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Proverbios 2:1 - Biblia Nacar-Colunga

1 Hijo mío, si recibes mis palabras y guardas dentro de ti mis mandamientos,

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha


Dugang nga mga bersyon

Biblia Reina Valera 1960

1 Hijo mío, si recibieres mis palabras, Y mis mandamientos guardares dentro de ti,

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha

Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Hijo mío, presta atención a lo que digo y atesora mis mandatos.

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha

Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Acoge mis palabras, hijo mío, guarda mi enseñanza,

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha

La Biblia Textual 3a Edicion

1 Hijo mío, si aceptas mis palabras, Y guardas mis mandamientos dentro de ti,

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha

Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Hijo mío, si recibes mis palabras y guardas para ti mis preceptos,

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha




Proverbios 2:1
21 Cross References  

No me desvié del mandato de sus labios, oculté en mi seno las palabras de su boca.


Enséñanos, pues, a contar nuestros días para que lleguemos a tener un corazón sabio.


para alcanzar instrucción y discreción, justicia, f equidad y rectitud;'


El que guarda la ley es hijo prudente; el que se acompaña de glotones es vergüenza de su padre.'


Hijo mío, no te olvides de mis enseñanzas, conserva mis preceptos en tu corazón,


Oíd, hijos míos, la doctrina de un padre, y atended bien para aprender prudencia,


Oye, hijo mío, y recibe mis palabras, y se multiplicarán los años de tu vida.


Ten siempre ligado a ellos tu corazón, enlázalos a tu cuello.


Hijo mío, atiende a mis palabras y pon dentro de ti mis enseñanzas.


¿No está ahí clamando la sabiduría y dando voces la inteligencia?


La sabiduría se ha edificado su casa, labró sus siete columnas.


Es semejante el Reino de los cielos a un tesoro escondido en un campo, que quien lo encuentra lo oculta y, lleno de alegría, va, vende cuanto tiene y compra aquel campo.


María guardaba todo esto y lo meditaba en su corazón.


Bajó con ellos y vino a Nazaret, y les estaba sujeto, y su madre guardaba todo esto en su corazón.


Estad atentos a lo que voy a deciros: El Hijo del hombre ha de ser entregado en poder de los hombres.


No está al otro lado de los mares para que puedas decir: “¿Quién pasará por nosotros al otro lado de los mares para cogerla y dárnosla a conocer, y que así la cumplamos?”


Verdadero es el dicho y digno de ser por todos recibido, que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero.


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