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Oseas 7:1 - Biblia Nacar-Colunga

1 Cuando yo quería sanar a Israel, se ha revelado la iniquidad de Efraírn y la perversidad de Samaría; obra fraudulentamente; entra el ladrón dentro, y fuera hace sus correrías el bandido.'

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Dugang nga mga bersyon

Biblia Reina Valera 1960

1 Mientras curaba yo a Israel, se descubrió la iniquidad de Efraín, y las maldades de Samaria; porque hicieron engaño; y entra el ladrón, y el salteador despoja por fuera.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 »Yo quiero sanar a Israel, pero sus pecados son demasiado grandes. Samaria está llena de mentirosos. ¡Hay ladrones adentro y bandidos afuera!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 El pecado de Efraím y la malicia de Samaria han quedado de manifiesto, pues no actuaron con sinceridad. En la casa entra el ladrón, en los caminos asalta la pandilla.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Cuando Yo quería sanar a Israel, se descubrió la iniquidad de Efraín Y las maldades° de Samaria. Porque obran con engaño: El ladrón se mete por dentro, y la pandilla despoja por afuera.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 cuando yo quería curar a Israel, se reveló la iniquidad de Efraín y la maldad de Samaría: pues cometen fraudes, el ladrón entra en la casa y en la calle saquean los bandidos.

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Oseas 7:1
30 Cross References  

Ay de la corona soberbia, de los ebrios de Efraím y de la flor marchita de su esplendoroso ornato, que (se alza) sobre la cima del fértil valle, de los que se atracan de vino.


Porque son ante ti numerosas nuestras iniquidades, y nuestros pecados dan testimonio contra nosotros. Con nosotros están nuestros crímenes, y conocemos nuestras iniquidades:


rebelarse y renegar de Yahvé, alejarse de nuestro Dios, hablar perfidia e insurrección, concebir y meditar en el corazón palabras de mentira;'


y se ha alejado el derecho, y se ausentó la justicia, y tropezó la buena fe en las plazas, y no halla lugar la rectitud.


Hemos querido curar a Babilonia, pero no se ha curado; dejémosla, vamonos cada uno a nuestra tierra, porque sube su maldad hasta los cielos y se eleva hasta las nubes.'


Tu hermana mayor es Samaría, con sus hijas, que habita a la izquierda tuya, y tu hermana menor es Sodoma, con sus hijas, que habita a tu derecha.


Llamábanse Oholá, la mayor, su hermana Oholibá. Fueron mías y parieron hijos e hijas. Oholá es Samaría; Oholibá, Jerusalén.'


Es execrable tu suciedad; yo he querido limpiarte, pero no te limpiaste. No quedarás purificada de tu suciedad hasta que no derrame yo mi fuego sobre ti.'


Los moradores de Samaría están llenos de temor por el becerro de Bet-Aven; su pueblo está en duelo, y sus sacerdotes se lamentan por él, por su gloria, que ha emigrado lejos de él.'


¿Cómo te he de entregar, Efraím? ¿Cómo he de darte, Israel? ¿Cómo voy a reducirte a lo de Admá? ¿Cómo voy a ponerte como a Seboím? Mi corazón se ha vuelto contra mí, a una se han conmovido mis entrañas.


Efraím me envuelve en la mentira, y la casa de Israel en el fraude. Y Judá es un testigo traidor a Dios, pero fiel a las hieródulas.


(1) Efraím se apacienta de viento y persigue al viento solano, cada día multiplica la falsedad y la frivolidad; hace alianza con Asiría y lleva el aceite a Egipto.'


Efraím se ha adherido a los ídolos; déjale.'


Perjuran, mienten, asesinan, roban, adulteran, oprimen, y las sangres se suceden a las sangres.


Oíd esto, sacerdotes. Escucha, ¡casa de Israel! Presta oído, ¡casa del rey! ¡que es contra vosotros la sentencia, pues habéis venido a ser un lazo para Mispá y una red tendida en el Tabor.


¿Qué voy a hacerte a ti, Efraím? ¿Qué voy a hacerte a ti, Judá? Vuestra piedad es como lluvia mañanera, como rocío matinal, pasajero.


¡Ay de ellos por haberse apartado de mí! ¡Ruina sobre ellos por haberse rebelado contra mí! Yo los salvaba y ellos me mentían.


Yo rechazo tu becerro, Samaría; mi furor se ha encendido contra ellos. ¿Hasta cuándo no lograrán purificarse?'


Por ellos subieron a Asiría. El onagro busca estar solo, Efraím se entregó a los amantes.


No saben obrar rectamente, dice Yahvé, atesorando en sus palacios rapiñas y despojos.


Echad pregón en los palacios de Asdod y en los palacios de Egipto, diciendo: Reunios en los montes de Samaría para ver los grandes desórdenes que hay en ella y las violencías de su interior.


Los que juran por el pecado de Samaría y dicen: “Vive tu Dios, ¡oh Dan!” y “Vive tu protector, ¡oh Bersabé!” sucumbirán para no levantarse jamás.


Has guardado los mandatos de Ómrí y todas las obras de la casa de Acab, y has andado según sus consejos para que yo te entregue a la devastación y dé tus habitantes al escarnio. Llevaréis, pues, sobre vosotros el oprobio de mi pueblo.


Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados, cuántas veces quise reunir a tus hijos, a la manera que la gallina reúne a sus pollos bajo las alas, y no quisiste!


Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos como el ave a su nidada debajo de las alas, y no quisiste!


¡Si al menos en este día conocieras lo que hace a la paz tuya! Pero ahora está oculto a tus ojos.


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