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Números 23:23 - Biblia Nacar-Colunga

23 No hay en Jacob hechicería, ni hay adivinación en Israel. A su tiempo se le dirá a Jacob y a Israel lo que Dios va a cumplirle.

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Dugang nga mga bersyon

Biblia Reina Valera 1960

23 Porque contra Jacob no hay agüero, Ni adivinación contra Israel. Como ahora, será dicho de Jacob y de Israel: ¡Lo que ha hecho Dios!

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Biblia Nueva Traducción Viviente

23 Ninguna maldición puede tocar a Jacob; ninguna magia ejerce poder alguno contra Israel. Pues ahora se dirá de Jacob: “¡Qué maravillas ha hecho Dios por Israel!”.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

23 No necesitan magia en Jacob ni brujerías en Israel, porque a su debido tiempo se le predecirá a Jacob, a Israel, lo que Dios prepara.

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La Biblia Textual 3a Edicion

23 No hay hechizo contra Jacob, Ni conjuro contra Israel. A su tiempo se dirá de Jacob y de Israel: ¡Mirad° lo que ha hecho Dios!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

23 es para él como cuernos de búfalo. Porque no existe magia contra Jacob ni adivinación en contra de Israel. Ahora se le anuncia a Jacob y a Israel lo que Dios está haciendo.

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Números 23:23
31 Cross References  

Pongo enemistad entre ti y la mujer, entre tu linaje y el suyo; éste te aplastará la cabeza, y tú le acecharás a él el calcañal.”


Que callen los labios mentirosos, que, soberbios y despectivos, dicen insolencias contra el justo.


Su lengua se volverá contra ellos, y cuantos los vean moverán su cabeza,


¿Quién lo ha hecho y realizado? El que desde el principio llamó a las generaciones. Yo, Yahvé, soy el primero y seré en los últimos tiempos.


El que deshace las señales de los embusteros y a los adivinos enloquece; el que obliga a los sabios a retroceder y envuelve en locura su sabiduría,'


Taja a derecha, raja a izquierda, adondequiera que te vuelvas.


Ahora, pues, Señor Dios nuestro, que sacaste a tu pueblo de la tierra de Egipto con mano poderosa y te hiciste nombre cual lo tienes hoy, hemos pecado santo, pues por nuestros pecados y las iniquidades de nuestros padres, Jerusalén y tu pueblo son el oprobio de cuantos nos rodean.


Como en los días de tu éxodo de Egipto, le haré ver prodigios.


Había visto Balaam que Yahvé se complacía en bendecir a Israel, y por eso no fue ya, como las otras veces, en busca del presagio, sino que se volvió de cara al desierto,


Penetrando sus pensamientos, les dijo: Todo reino en sí dividido será desolado, y toda ciudad o casa en sí dividida no subsistirá.


Y si yo arrojo a los demonios con el poder de Beelzebul, ¿con qué poder los arrojan vuestros hijos? Por eso serán ellos vuestros jueces.


Y yo te digo a ti que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré yo mi Iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella.


Convocaron entonces los príncipes de los sacerdotes y los fariseos una reunión, y dijeron: ¿Qué hacemos, que este hombre hace muchos milagros?


esto es, cómo a Jesús de Nazaret le ungió Dios con el Espíritu Santo y con poder, y cómo pasó haciendo bien y curando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con El.


Toda la muchedumbre calló, y escuchaba a Bernabé y a Pablo, que referían cuantas señales y prodigios había hecho Dios entre los gentiles por medio de ellos.


diciendo: ¿Qué haremos con estos hombres? Porque el milagro hecho por ellos es manifiesto, notorio a todos los habitantes de Jerusalén y no podemos negarlo.


Eran muchos los milagros y prodigios que se realizaban en el pueblo por mano de los apóstoles. Estando todos reunidos en el pórtico de Salomón,


Crecían más y más los creyentes, en gran muchedumbre de hombres y mujeres,


y el Dios de la paz aplastará pronto a Satanás bajo vuestros pies. La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros.


“¡Señor, Yahvé! Tú has comenzado a mostrar a tu siervo tu grandeza y tu potente brazo; pues ¿qué Dios hay, ni en los cielos ni en la tierra, que pueda hacer las obras que tú haces y tan poderosas hazañas?'


El adivino Balaam, hijo de Beor, fue también del número de los que los hijos de Israel pasaron a filo de espada.


Fue arrojado el Dragón grande, la antigua serpiente, llamada diablo y Satanás, que extravía a toda la redondez de la tierra, y fue precipitado en la tierra, y sus ángeles fueron con él precipitados.


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