Biblia Todo Logo
Online nga Bibliya
- Mga paanunsiyo -





Levítico 26:32 - Biblia Nacar-Colunga

32 De vastaré la tierra, y vuestros enemigos, que serán los que la habiten, quedarán pasmados;'

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha


Dugang nga mga bersyon

Biblia Reina Valera 1960

32 Asolaré también la tierra, y se pasmarán por ello vuestros enemigos que en ella moren;

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha

Biblia Nueva Traducción Viviente

32 Yo mismo devastaré su tierra, y los enemigos que vengan a apoderarse de ella quedarán horrorizados de lo que verán.

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha

Biblia Católica (Latinoamericana)

32 Yo devastaré la tierra de tal modo que sus mismos enemigos quedarán admirados y asombrados cuando vengan a ocuparla.

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha

La Biblia Textual 3a Edicion

32 Yo mismo asolaré el país, de modo que queden de ello asombrados vuestros enemigos que en él se establezcan.

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha

Biblia Serafín de Ausejo 1975

32 Yo mismo devastaré el país hasta tal punto que vuestros enemigos, que serán quienes lo habiten, se quedarán horrorizados.

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha




Levítico 26:32
28 Cross References  

Y esta casa será una ruina, y cuantos pasen cerca de ella se quedarán pasmados y silbarán. Se dirá: ¿Por qué ha tratado así Yahvé a esta tierra y esta casa?


He aquí que Yahvé devasta la tierra, la asola y trastorna su faz, dispersando a sus habitantes.


Quedará desierta, no será podada ni cavada; crecerán en ella los cardos y las zarzas, y aún mandaré a las nubes que no lluevan sobre ella.'


A mis oídos ha llegado, de parte de Yahvé de los ejércitos, que las muchas casas serán asoladas, las grandes y magníficas quedarán sin moradores,


Y yo le dije: ¿Hasta cuándo, Señor? y respondió: Hasta que las ciudades queden asoladas, sin habitantes, y las casas sin moradores, y la tierra de labor hecha un desierto.


(9) Tus ciudades santas están hechas un desierto, Sión es una estepa, Jerusalén un lugar asolado.


para hacer de su tierra una desolación, objeto de eterna burla. Todos los que pasen por ella se asombrarán y moverán la cabeza.


Y haré de esta ciudad la desolación y la burla, de modo que cuantos pasen por ella se asombren y silben irónicamente sobre todas sus heridas.


Y toda esta tierra será ruina y desolación, y servirán las gentes estas al rey de Babilonia setenta años.


a Jerusalén y a todas las ciudades de Judá, a sus reyes, a sus príncipes, para hacer de ellos ruina, desolación, burla y maldición, como es hoy.


Ha abandonado como león joven su guarida, pues ha sido devastada su tierra ante la espada destructora, ante el furor de su ira.


Así dice Yahvé: Todavía en estos lugares de que vosotros decís: Son un desierto sin hombres y sin bestias; en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén, sin habitantes, sin bestias,'


Así dice Yahvé de los ejércitos, Dios de Israel: Vosotros habéis visto todos los males que yo he traído sobre Jerusalén y sobre todas las ciudades de Judá, desiertas hoy, sin que nadie las habite,


No podía ya soportar Yahvé la malicia de vuestras perversidades y vuestras abominaciones, y por eso vuestra tierra ha sido convertida en un desierto inhabitado, hecha horror y maldición como está hoy.


(12) ¿Quién será el hombre sabio que entienda esto, al cual pueda dirigirse la palabra de la boca de Yahvé, i y haga saber la causa por que pereció la tierra, que ha sido asolada como desierto, sin que nadie pase (por ella)?


Lamed. — Nunca creyeron los reyes de la tierra, ni cuantos habitan en el mundo, que entraría el enemigo y adversario por las puertas de Jerusalén.


porque el monte de Sión está asolado y por él se pasean las raposas.


y serás el oprobio y el escarnio, el espanto y el escarmiento de las gentes que están en derredor de ti, cuando en medio de ti haga justicia con furor o indignación, con terrible ira. Yo, Yahvé, lo he dicho.


Oye, Dios mío, y escucha. Abre los ojos y mira nuestras ruinas, mira la ciudad sobre la que se invoca tu nombre, pues no por nuestras justicias te presentamos nuestras súplicas, sino por tus grandes misericordias.


el año primero de su reinado, yo, Daniel, estaba estudiando en los libros el número de los setenta años que había de cumplirse sobre las ruinas de Jerusalén, conforme al número de años que dijo Yahvé a Jeremías, profeta.


Que no dé sus yemas la higuera ni sus frutos la vid, falte la cosecha del olivo y no den mantenimiento los campos. Desaparezcan las ovejas del redil y no haya bueyes en los establos;'


Cuando viereis a Jerusalén cercada por los ejércitos, entended que se aproxima su desolación.


y serás objeto de pasmo, de fábula y de burla en todos los pueblos a que Yahvé te llevará.


Sunda kami:

Mga paanunsiyo


Mga paanunsiyo