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Génesis 5:24 - Biblia Nacar-Colunga

24 y anduvo constantemente en la presencia de Yahvé, y desapareció, pues se lo llevó Dios.

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha


Dugang nga mga bersyon

Biblia Reina Valera 1960

24 Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

24 andando en íntima comunión con Dios. Y un día desapareció, porque Dios se lo llevó.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

24 Enoc anduvo con Dios hasta que Dios se lo llevó: sencillamente desapareció.

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La Biblia Textual 3a Edicion

24 Y Enoc anduvo con° Ha-’Elohim, y desapareció,° porque lo arrebató ’Elohim.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

24 Caminó Henoc con Dios y desapareció, porque se lo llevó Dios.

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Génesis 5:24
19 Cross References  

y él me contestó: “Yahvé, ante quien yo ando, mandará contigo su ángel y hará que tu camino tenga buen éxito, y tomarás mujer para mi hijo de mi parentela y de la casa de mi padre.”


volvióse a donde estaban sus hermanos, y dijo: “El joven no parece, ¿adonde iré yo ahora?”


Jacob, su padre, les dijo: “¡Vais a dejarme sin hijos! José desapareció, Simeón desapareció, y ¿vais a llevaros a Benjamín? Todo esto ha venido sobre mí.”


Anduvo Henoc en la presencia de Dios, después de engendrar a Matusalén, trescientos años, y engendró hijos e hijas.


Fueron todos los días de la vida de Henoc trescientos sesenta y cinco años,


Era Matusalén de ciento ochenta y siete años cuando engendró a Lamec;'


Esta es la descendencia de Noé: Noé era varón justo y perfecto entre sus contemporáneos, y siempre anduvo con Dios.


Aconteció que, cuando quiso Yahvé arrebatar al cielo a Elías en un torbellino, salió Elías de Caígala con Elíseo,


Elías le dijo: “Difícil cosa has pedido. Si cuando yo sea arrebatado de ti me vieres, así será; si no, no.”


Siguieron andando y hablando, y he aquí que un carro de fuego con caballos de fuego separó a uno de otro, y Elías subía al cielo en el torbellino.


Elíseo miraba y clamaba: “¡Padre mío! ¡Carro de Israel y auriga suyo!” Y no le vio más, y, cogiendo sus vestidos, los rasgó en dos trozos,


Como rebaño son echados al “seol,” la muerte los pastorea, los justos los dominan. A la mañana, su figura se desvanece en el “seol,” lejos de su morada.


Me gobiernas con tu consejo y al fin me acogerás en gloria.


Así dice Yahvé: Una voz se oye en Rama, un lamento, amargo llanto. Es Raquel que llora a sus hijos y rehusa consolarse por sus hijos, pues ya no existen.


“Una voz se oye en Rama, lamentación y gemido grande: es Raquel, que llora a sus hijos y rehusa ser consolada, porque no existen.”


El le dijo: En verdad te digo, hoy serás conmigo en el paraíso.


Pero si andamos en la luz, como El está en la luz, entonces estamos en comunión unos con otros y la sangre de Jesús, su Hijo, nos purifica de todo pecado.


De ellos también profetizó el séptimo desde Adán, Henoc, cuando dijo: “He aquí que viene el Señor con sus santas miríadas


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