Génesis 42:16 - Biblia Nacar-Colunga

¹⁶ Mandad a uno de vosotros a buscar a vuestro hermano, y los demás quedaréis aquí presos. Así probaré si lo que decís es verdad, y si no, por la vida del faraón que sois unos espías.”

Dugang nga mga bersyon

Biblia Reina Valera 1960

¹⁶ Enviad a uno de vosotros y traiga a vuestro hermano, y vosotros quedad presos, y vuestras palabras serán probadas, si hay verdad en vosotros; y si no, vive Faraón, que sois espías.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁶ Uno de ustedes irá a traer a su hermano. Los demás se quedarán aquí, en la cárcel. Así sabremos si su historia es cierta o no. Por la vida del faraón, si resulta que ustedes no tienen un hermano menor, entonces confirmaré que son espías.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁶ Manden a uno de ustedes a buscar a su hermano, y los demás quedarán presos. Así sabré si es cierto lo que me acaban de decir. Y si me han mentido, ¡por la vida de Faraón!, que quedará así comprobado que son espías.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁶ Enviad a uno de vosotros para que traiga a vuestro hermano. Mientras, quedad detenidos y sean comprobadas vuestras palabras, si hay verdad en vosotros, y si no, ¡por la vida de Faraón, que sois espías!

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁶ Enviad a uno de vosotros que traiga a vuestro hermano; los demás, entre tanto, quedaréis prisioneros. Así se comprobarán vuestras afirmaciones y se sabrá si la verdad está con vosotros. Si no, por la vida del Faraón, que sois unos espías'.

Génesis 42:16 Cross References

Génesis 42:11

todos nosotros somos hijos del mismo padre; somos gente buena; no son tus siervos unos espías.”

Génesis 42:30

“El hombre que es señor de aquella tierra nos habló duramente y nos tomó por espías de la tierra.

2 Samuel 10:3

dijeron los príncipes de los hijos de Amón a su señor: “¿Crees tú que para honrar a tu padre ha mandado David consoladores? ¿No los ha mandado más bien para explorar la ciudad con el fin de destruirla?”

Josué 2:1

Josué, hijo de Nun, mandó en secreto dos espías desde Setim, diciéndoles: “Id a explorar la tierra y Jericó.” Puestos en camino, llegaron los dos hombres a Jericó y entraron en la casa de una cortesana de nombre Rahab y pararon allí.