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Génesis 15:1 - Biblia Nacar-Colunga

1 Después de estos sucesos habló Yahvé a Abram en visión, diciéndole: “No temas, Abram; yo soy tu escudo; tu recompensa será muy grande.”

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha


Dugang nga mga bersyon

Biblia Reina Valera 1960

1 Después de estas cosas vino la palabra de Jehová a Abram en visión, diciendo: No temas, Abram; yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Tiempo después, el Señor le habló a Abram en una visión y le dijo: —No temas, Abram, porque yo te protegeré, y tu recompensa será grande.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Después de estos sucesos, Yavé dirigió su palabra a Abram en una visión, y le dijo: 'No temas, Abram, yo soy tu protector. Tu recompensa será muy grande.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Después de estas cosas, fue la palabra de YHVH a Abram en visión, diciendo: No temas Abram, Yo mismo soy tu escudo y gran galardón.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Después de estos sucesos, Yahveh dirigió la palabra a Abrán en una visión, diciéndole: 'No temas, Abrán. Yo soy tu escudo; tu recompensa será muy grande'.

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Génesis 15:1
65 Cross References  

Contestóle Abram: “Señor mío, Yahvé, ¿qué vas a darme? Yo me iré sin hijos, y será heredero de mi casa ese damasceno Eliezer.


Pero en seguida le respondió Yahvé: “No te heredará éste, sino, al contrario, uno salido de tus entrañas, ése te heredará.”


Oyó Dios al niño, y el ángel de Dios llamó a Agar desde los cielos, diciendo: “¿Qué tienes, Agar? No temas, que ha escuchado Yahvé la voz del niño, que ahí está.


Después de todo esto, quiso probar Dios a Abraham, y, llamándole, dijo: “¡Abraham!” Y éste contestó: “Heme aquí.”


Después de todo esto recibió Abraham noticia, diciéndole: “También Melca ha dado hijos a Najor, tu hermano;'


y se le apareció Yahvé en la noche, y le dijo: “Yo soy el Dios de Abraham, tu padre; nada temas, que yo estoy contigo: Yo te bendeciré y multiplicaré tu descendencia por Abraham, mi siervo.”


y que vuestro padre se ha burlado de mí, mudando diez veces mi salario; pero Dios no le ha permitido perjudicarme.'


Mi escudo, el cuerno de mi salvación, mi inaccesible asilo, mi salvador de la violencia.


El ángel de Yahvé dijo a Elías: “Baja con él. Nada temas de él.” Elías se levantó y bajó con él para dirigirse al rey;'


Dijo después David a Salomón, su hijo: “Esfuérzate y anímate, y ponte a la obra; no temas ni desmayes, porque Yahvé, Dios, mi Dios, estará contigo y no te dejará ni te desamparará hasta que acabes toda la obra para el servicio de la casa de Yahvé.'


Casa de Aarón, confía en Yahvé; El es su ayuda y su escudo.'


Tú eres mi defensa y mi broquel, y espero en tu palabra.


Si miro a la derecha, veo que no hay quien me conozca. No hay para mí escape, no hay quien se preocupe de mi alma.


Dijo, pues: Yo te amo, Yahvé, fortaleza mía.


De David. Yahvé es mi luz y mi salvación: ¿a quién temer? Yahvé es el baluarte de mi vida: ¿ante quién temblar?


Muchos son los que de mi vida dicen: “¡No tiene ya en Dios salvación!” Selah.


Pero tú, ¡oh Yahvé! eres escudo en torno mío, mi gloria, el que me hace erguir la cabeza.


Y se alegrarán cuantos en ti confían, exultarán por siempre. Tú los protegerás y en ti jubilarán los que aman tu nombre.


Se alegrará el justo al ver el castigo, bañará sus pies en la sangre del impío.


porque más que mil vale un día en tus atrios, y prefiero estar en el umbral de la casa de mi Dios a morar en las tiendas del impío.


Oye mi oración, ¡oh Yahvé de los ejércitos! apresta el oído, ¡oh Dios de Jacob! Selah.


te cubrirá con sus plumas, hallarás seguro bajo sus alas, y su fidelidad te será escudo y adarga.


Moisés respondió al pueblo: “No temáis, estad tranquilos, y veréis la victoria que en este día os dará Yahvé, pues los egipcios que hoy veis no volveréis a verlos jamás.


El impío hace ganancias vanas; el que siembra justicia de verdad gana,'


Toda palabra de Dios es acrisolada, es el escudo de quien en El confía.


Decid a los apocados de corazón: ¡Valor! No temáis, he ahí nuestro Dios. Viene la venganza, viene la retribución de Dios, viene El mismo, y os salvará,


He aquí al Señor, Yahvé de los ejércitos, que viene con fortaleza, y su brazo dominará a favor suyo; he aquí que El viene con su salario y va delante de El su paga.'


No temas, que yo estoy contigo; no desmayes, que yo soy tu Dios. Yo te fortaleceré y vendré en tu ayuda, y con la diestra victoriosa te sostendré.'


No temas, gusanillo de Jacob, coquito de Israel. Yo te ayudo, dice Yahvé, y tu redentor es el Santo de Israel.


Ahora, pues, así dice Yahvé, que te creó, Jacob; que te formó, Israel: No temas, porque yo te he rescatado, yo te llamé por tu nombre y tú me perteneces.'


No temas, porque yo soy contigo; yo traeré tu descendencia desde oriente y te reuniré desde occidente.'


Así habla Yahvé, que te ha hecho, y en el seno materno te formó, y te socorre: No temas, siervo mío, Jacob, y “Yeshurum,” a quien yo elegí,


No os atemoricéis, no temáis. ¿No lo anuncié yo antes ya, y lo predije tomándoos por testigos? ¿Acaso hay Dios fuera de mí? No hay Roca, yo no la conozco.


Yo, yo soy vuestro consolador. ¿Quién eres tú para temer a un hombre mortal, a un hijo de hombre, que perece como el heno,


Entonces yo te libraré — oráculo de Yahvé — y no serás entregado en manos de los hombres a quienes temes.


Jet. — Mi porción es Yahvé, dice mi alma; por eso quiero esperar en El.'


Y sucedió que en el año treinta, en el mes cuarto, a cinco del mes, estando yo en medio de los cautivos, junto al río Kebar, se abrieron los cielos, y contemplé visiones de parte de Dios.


Me tomó el espíritu y me llevó a Caldea entre los cautivos en visión de espíritu de Dios, y desapareció la visión que había tenido.


Luego me dijo: Hijo de hombre, ve, llégate a la casa de Israel y habíales mis palabras.


y él les dijo: “Oíd mis palabras: Si uno de vosotros profetizara, yo me revelaría a él en visión y le hablaría en sueños.


Dijo también Yahvé a Aarón: “Tú no tendrás tu parte de la heredad en su tierra, y no habrá parte para ti en medio de ellos; soy yo tu parte y tu heredad en medio de los hijos de Israel.'


oráculo de quien oye palabra de Dios, del que ve visiones del Omnipotente, de quien al caer se le abrieron los ojos.


El ángel, dirigiéndose a las mujeres, dijo: No temáis vosotras, pues sé que buscáis a Jesús el crucificado.


El les dijo: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces se levantó, increpó a los vientos y al mar y sobrevino una gran calma.


Dijóle el ángel: “No temas, Zacarías, porque tu plegaria ha sido escuchada, e Isabel, tu mujer, te dará a luz un hijo, al que pondrás por nombre Juan.


El ángel le dijo: No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios,


No temas, rebañito mío, porque vuestro Padre se ha complacido en daros el Reino.


Ellos dijeron: El centurión Cornelio, varón justo y temeroso de Dios, que en todo el pueblo de los judíos es muy estimado, ha recibido de un santo ángel el mandato de hacerte llevar a su casa y escuchar tu palabra.


ya Pablo, ya Apolo, ya Cefas; ya el mundo, ya la vida, ya la muerte; ya lo presente, ya lo venidero, todo es vuestro;'


No tendrán heredad en medio de sus hermanos; Yahvé es su heredad, como él se lo ha dicho.'


esforzaos, pues; tened ánimo y no temáis ante ellos ni les tengáis miedo, que Yahvé, tu Dios, va contigo, y no te dejará ni te desamparará.”


Muchas veces y en muchas maneras habló Dios en otro tiempo a nuestros padres por ministerio de los profetas;'


Así que le vi, caí a sus pies como muerto; pero él puso su diestra sobre mí, diciendo:'


Que Yahvé te pague lo que has hecho y recibas cumplida recompensa de Yahvé, Dios de Israel, a quien te has confiado y bajo cuyas alas te has refugiado.”


Yahvé dirigió a Samuel su palabra, diciendo:


En otro tiempo, en Israel, los que iban a consultar a Dios se decían unos a otros: “Venid, vamos a consultar al vidente; pues al que llaman hoy profeta le llamaban antes vidente.”


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