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Éxodo 19:18 - Biblia Nacar-Colunga

18 Todo el Sinaí humeaba, pues había descendido Yahvé en medio del fuego, y subía el humo, como el humo de un horno, y todo el pueblo temblaba.

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha


Dugang nga mga bersyon

Biblia Reina Valera 1960

18 Todo el monte Sinaí humeaba, porque Jehová había descendido sobre él en fuego; y el humo subía como el humo de un horno, y todo el monte se estremecía en gran manera.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

18 El monte Sinaí estaba totalmente cubierto de humo, porque el Señor había descendido sobre él en forma de fuego. Nubes de humo subían al cielo como el humo que sale de un horno de ladrillos, y todo el monte se sacudía violentamente.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

18 El monte Sinaí entero humeaba, porque Yavé había bajado en medio del fuego. Subía aquel humo como de un horno, y todo el monte temblaba muy fuerte.

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La Biblia Textual 3a Edicion

18 Todo el monte Sinay humeaba, porque YHVH había descendido sobre él en el fuego,° y su humo subía como el humo de un horno, y todo el monte se estremecía en gran manera,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

18 Todo el monte Sinaí humeaba, porque había descendido sobre él Yahveh en forma de fuego, y el humo subía como la humareda de un horno. Toda la montaña retemblaba.

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Éxodo 19:18
41 Cross References  

Bajó Yahvé a ver la ciudad y la torre que estaban haciendo los hijos de los hombres,


Puesto ya el sol, y en densísimas tinieblas, apareció una hornilla humeando y un fuego llameante, que pasó por entre la mitad de las víctimas.


y, mirando hacia Sodoma y Gomorra y toda la hoya, vio que salía de la tierra una humareda, como humareda de horno.


Tú descendiste sobre el monte Sinaí, y hablaste desde el cielo, y les diste juicios justos, leyes de verdad y mandamientos.


Mira la tierra, y tiembla; toca los montes, y humean.'


dieron saltos los montes como carneros, y los collados como corderos.


Ante la faz del Señor tiembla, ¡oh tierra! ante la faz del Dios de Jacob;'


¡Oh Yahvél Abaja tus cielos y desciende; toca los montes y humearán.'


Subía cíe sus narices humo, y de su boca fuego abrasador, carbones por El encendidos.


tembló la tierra, y los cielos se derritieron; tembló el Sinaí ante Dios, el Dios de Israel.'


Arrojaron las nubes las aguas, y dieron los nublados su voz, y tus saetas se dispararon.


Estalló tu trueno en el torbellino, alumbraron los relámpagos el orbe, y, sacudida, tembló la tierra.


Nadie pondrá la mano sobre él, sino que será lapidado o asaeteado. Hombre o bestia, no ha de quedar con vida. Cuando las voces, la trompeta y la nube hayan desaparecido de la montaña, podrán subir a ella.”


Moisés hizo salir de él al pueblo para ir al encuentro de Dios, y se quedaron al pie de la montaña.


Todo el pueblo oía los truenos y el sonido de la trompeta, y veía las llamas y la montaña humeante, y, atemorizados y llenos de pavor, se estaban lejos.


La gloria de Yahvé parecía a los hijos de Israel como un fuego devorador sobre la cumbre de la montaña.


se le apareció el ángel de Yahvé en llama de fuego, de en medio de una zarza. Veía Moisés que la zarza ardía y no se consumía,


y está pronto para mañana subir temprano y presentarte a mí en la cumbre del monte.


A estas voces temblaron las puertas en sus quicios,


(19) ¡Oh si rasgaras los cielos y bajaras, de suerte que los montes se estremecieran ante ti,


Miré los montes, y he aquí que temblaban, todos los collados se conmovían,


Si se detiene, hace temblar la tierra, y si mira, se conmueven las naciones. Los montes eternos se resquebrajan, se abajan los eternos collados, sus antiguos caminos.


y huiréis por el valle de mis montes, porque el valle de los montes llegará hasta donde os salvaré. Huiréis como huísteis cuando el terremoto de los tiempos de Ozías, rey de Judá, y vendrá entonces Yahvé, mi Dios, y con El todos sus santos.


Se levantará nación contra nación y reino contra reino, y habrá hambres y terremotos en diversos lugares;'


Dijo: “Yahvé, saliendo del Sinaí,


Desde el cielo te habló para enseñarte, y sobre la tierra te ha hecho ver su gran fuego, y de en medio del fuego has oído sus palabras.


Estas son las palabras que Yahvé dirigió a toda vuestra comunidad desde la montaña, en medio de fuego, de nube y de tinieblas, con fuerte voz, y no añadió más. Las escribió sobre dos tablas ¿le piedra que él me dio.”


Yahvé nos habló cara a cara sobre la montaña en medio del fuego.


y a vosotros, atribulados, con descanso, en compañía nuestra, en la manifestación del Señor Jesús desde el cielo con sus milicias angélicas,


tomando venganza con llamas de fuego sobre los que desconocen a Dios y no obedecen al Evangelio de nuestro Señor Jesús.


Que no os habéis allegado al monte tangible, al fuego encendido, al torbellino, a la oscuridad, a la tormenta,


cuya voz entonces estremecía la tierra y ahora hace esta promesa: “Todavía una vez, yo conmoveré no sólo la tierra, sino también el cielo.”


Pero vendrá el día del Señor como ladrón, y en él pasarán con estrépito los cielos, y los elementos, abrasados, se disolverán, y asimismo la tierra con las obras que en ella hay.


Se llenó el templo de humo de la gloria de Dios y de su poder, y nadie podía entrar en el templo hasta que se hubiesen consumado las siete plagas de los siete ángeles.


y abrió el pozo del abismo, y subió del pozo humo, como el humo de un gran horno, y se oscureció el sol y el aire a causa del humo del pozo.


Derritiéronse los montes a la presencia de Yahvé, a la presencia de Yahvé, Dios de Israel.


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