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Daniel 4:32 - Biblia Nacar-Colunga

32 A sus ojos, todos los habitantes de la tierra son nada, y con el ejército de los cielos y con los habitantes de la tierra hace según su voluntad, sin que nadie pueda resistir a su mano y decirle: ¿Qué es lo que haces?

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha


Dugang nga mga bersyon

Biblia Reina Valera 1960

32 y de entre los hombres te arrojarán, y con las bestias del campo será tu habitación, y como a los bueyes te apacentarán; y siete tiempos pasarán sobre ti, hasta que reconozcas que el Altísimo tiene el dominio en el reino de los hombres, y lo da a quien él quiere.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

32 Serás expulsado de la sociedad humana. Vivirás en el campo con los animales salvajes y comerás pasto como el ganado. Durante siete períodos de tiempo vivirás de esta manera hasta que reconozcas que el Altísimo gobierna los reinos del mundo y los entrega a cualquiera que él elija”.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

32 Para él todos los habitantes de la tierra son como la nada, hace lo que quiere con los ejércitos de los cielos y con los habitantes de la tierra; nadie puede oponerse a su poder ni decirle: ¿Qué haces?'

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La Biblia Textual 3a Edicion

32 Serás apartado de entre los hombres, y tu habitación será con las bestias del campo. Te apacentarán como a los bueyes, y siete tiempos pasarán sobre ti, hasta que reconozcas que Il•laya tiene el dominio en el reino de los hombres, y lo da a quien Él quiere.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

32 Nada cuentan todos los habitantes de la tierra. Según su querer dispone del ejército del cielo y de los moradores de la tierra. No hay nadie que se oponga a su poder ni le pida cuentas de sus actos.'

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Daniel 4:32
22 Cross References  

Gimió y le dirigió instantes súplicas, y fue atendido, pues oyó su oración y le volvió a Jerusalén, a su reino. Entonces conoció Manases que Yahvé es Dios.


Sé que lo puedes todo y que no hay nada que te cohiba.


Si coge una presa, ¿quién se la arrebatará? ¿Quién podrá decirle: ¿Qué es lo que haces?


Está nuestro Dios en los cielos, y puede hacer cuanto quiere.


Yahvé hace cuanto quiere en los cielos y en la tierra, en el mar y en todos los abismos.


Reuniéronlas en los montes, y se infestó la tierra.


porque esta vez voy a desencadenar mis plagas contra ti, contra tus servidores y contra tu pueblo, para que sepas que no hay como yo en toda la tierra.


Moisés dijo: “Cuando haya salido de la ciudad, alzaré mis manos a Yahvé, y cesarán los truenos, y dejará de granizar, para que sepas que de Yahvé es la tierra,


Ahora, Yahvé, Dios nuestro, líbranos de sus manos, y aprendan todos los reinos de la tierra que tú eres el Dios único.


He aquí que las naciones son como gotas de agua en el caldero y son reputadas como polvillo en la balanza, y levantan las islas como el polvillo el viento.


ni sus para el holocausto. Todos los pueblos son delante de El como nada, son reputados por El como nada y vanidad.


Yo te entregaré los tesoros escondidos y las riquezas de los escondrijos, para que sepas que yo soy Yahvé, el Dios de Israel, que te llamó por tu nombre.


Yo, con mi gran poder y la fuerza de mi brazo, he hecho la tierra, al hombre y a los que hay sobre la haz de la tierra, y la doy a quien quiero.


El es quien ordena los tiempos y las circunstancias, depone reyes y los entroniza, da la sabiduría a los sabios, y la ciencia a los entendidos.


Al cabo del tiempo señalado, yo, Nabucodonosor, alcé mis ojos al cielo y recobré la razón. Yo bendigo al Altísimo, alabo y glorifico al que domina con eterno dominio y cuyo reino perdura de generación en generación.


Fue arrojado de entre los hijos de los hombres, se hizo semejante a las bestias y moró con los asnos salvajes. Diéronle a comer hierba como a los bueyes y se empapó su cuerpo del rocío del cielo, hasta que conoció que el Altísimo es dueño del reino de los hombres y pone sobre él a quien le place.


con las aguas del mar Rojo, que secó delante de nosotros hasta que hubimos pasado,


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