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Cantares 1:5 - Biblia Nacar-Colunga

5 Soy morena, pero hermosa, hijas de Jerusalén, como las tiendas de Cedar, como los pabellones de Salomón.

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha


Dugang nga mga bersyon

Biblia Reina Valera 1960

5 Morena soy, oh hijas de Jerusalén, pero codiciable Como las tiendas de Cedar, Como las cortinas de Salomón.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 Soy morena pero hermosa, oh mujeres de Jerusalén, morena como las carpas de Cedar, morena como las cortinas de las carpas de Salomón.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 Soy morena, pero bonita, hijas de Jerusalén, como las carpas de Quedar, como las carpas de Salomón.

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 Hijas de Jerusalem, Soy negra,° pero codiciable, Como las tiendas de Cedar, Como las cortinas de Salomón.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 Soy morena, pero hermosa, hijas de Jerusalén, como las tiendas de Quedar, como los pabellones de Salmá.

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Cantares 1:5
29 Cross References  

¡Ay de mí, peregrino en Mesej, que habito en las tiendas de Cedar!


Porque se complace Yahvé en su pueblo, y de salvación adorna a los humildes.


Mirra, áloe, casia, (exhalan) tus vestidos; desde los palacios de marfil los instrumentos de cuerda te alegran.'


Sea sobre nosotros la suavidad de Yahvé, nuestro Dios, y confirma la obra de nuestras manos a nuestro favor. Sí, afianza la labor de nuestras manos.


Paloma mía, (que anidas) en las hendiduras de las en las grietas de las peñas escarpadas, [rocas, dame a ver tu rostro, hazme oír tu voz. Que tu voz es dulce y encantador tu rostro.


Esposo. Os conjuro, hijas de Jerusalén, por las gacelas y ciervos del campo, que no despeitéis ni inquietéis a la amada hasta que ella quiera.


Hizo de plata sus columnas, de oro su baldaquino, su asiento de púrpura, recamado, (obra) dilecta de las hijas de Jerusalén.


Esposo. Os conjuro, hijas de Jerusalén, por las gacelas y los ciervos, que no despertéis ni inquietéis a mi amada hasta que a ella le plazca.


Cintillo de grana son tus labios, y tu hablar es agradable* Son tus mejillas mitades de granada a través de tu velo.


Su garganta es todo suavidad, todo él un encanto. Ese es mi amado, ése es mi amigo, hijas de Jerusalén.


Os conjuro, hijas de Jerusalén, que, si encontráis a mi amado, le digáis que desfallezco de amor” Coro.


Esposo. Eres, amada mía, hermosa como Tirsa, encantadora como Jerusalén, (terrible como escuadrón ordenado en batalla).


Esposo. Os conjuro, hijas de Jerusalén, (por las gacelas y ciervas), que no despertéis ni inquietéis a mi amada hasta que a ella le plazca.


Porque así me ha dicho Yahvé: Dentro de un año, como año de jornalero, se acabará toda la gloria de Cedar,


Sube ante él como un retoño, como raíz de tierra árida. No hay en él parecer, no hay hermosura para que le miremos, ni apariencia para que en él nos complazcamos.


En ti se reunirán los ganados de Cedar; los carneros de Nabayot estarán a tu servicio. Subirán como (víctimas) gratas sobre mi altar, y yo glorificaré la casa de mi gloria.'


Altamente me gozaré en Yahvé, y mi alma saltará de júbilo en mi Dios, porque me vistió de vestiduras de salvación y me envolvió en manto de justicia, como esposo que se ciñe la frente con diadema, y como esposa que se adorna con sus joyas.


Extendióse entre las gentes la fama de tu hermosura, porque era acabada la hermosura que yo puse en ti, dice el Señor-Yahvé.


La Arabia y los príncipes de Cedar eran tus proveedores y comerciaban con corderos, carneros y machos cabríos.


bástale al discípulo ser como su maestro y al siervo como su señor. Si al amo le llamaron Beelcebul, ¡cuánto más a sus domésticos!


Entrando el rey para ver a los que estaban a la mesa, vio allí a un hombre que no llevaba traje de boda,


Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos como el ave a su nidada debajo de las alas, y no quisiste!


Pero el padre dijo a sus criados: Pronto, traed la túnica más rica y vestídsela, poned un anillo en su mano y unas sandalias en sus pies,


antes vestios del Señor Jesucristo, y no os deis a la carne para satisfacer sus concupiscencias.


A quien no conoció el pecado, le hizo pecado por nosotros, para que en El fuéramos justicia de Dios.


Pero la Jerusalén de arriba es libre, ésa es nuestra madre;'


para santificarla, purificándola mediante el lavado del agua con la palabra,


Ved qué amor nos ha mostrado el Padre, que seamos llamados hijos de Dios y lo seamos. Por eso el mundo no nos conoce, porque no le conoce a EL


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