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Apocalipsis 2:3 - Biblia Nacar-Colunga

3 y tienes paciencia y sufriste por mi nombre, sin desfallecer.

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha


Dugang nga mga bersyon

Biblia Reina Valera 1960

3 y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre, y no has desmayado.

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha

Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Has sufrido por mi nombre con paciencia sin darte por vencido.

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha

Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Tampoco te falta la constancia y has sufrido por mi nombre sin desanimarte,

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha

La Biblia Textual 3a Edicion

3 y° tienes perseverancia, y soportaste por causa de mi nombre, y no has desmayado.

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha

Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Tienes constancia y has sufrido por mi nombre sin desfallecer.

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Apocalipsis 2:3
49 Cross References  

Ddlet. Aquiétate en Yahvé y espera en El; no te impacientes por la prosperidad de sus caminos, de los que obran la iniquidad.'


No sean confundidos por mi causa los que en ti esperan, ¡oh Señor Yahvé de los ejércitos! No sean por mí contundidos los que a ti te buscan, ¡oh Dios de Israel!


Habré de soportar la ira de Yahvé, porque pequé contra El, hasta que juzgue mi causa y me haga justicia.


Le sacaron para crucificarle, y requisaron a un transeúnte, un cierto Simón de Cirene, que venía del campo, el padre de Alejandro y Rufo, para que llevase la cruz.


El que no toma su cruz y viene en pos de mí no puede ser mi discípulo.


Les dijo una parábola para mostrar que es preciso orar en todo tiempo y no desfallecer,


Por vuestra paciencia salvaréis vuestras almas.


Simón le contestó y dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando y no hemos pescado nada; mas, porque tú lo dices, echaré las redes.'


Lo caído en buena tierra son aquellos que, oyendo con corazón generoso y bueno, retienen la palabra y dan fruto por la perseverancia.


Pero todas estas cosas las harán con vosotros por causa de mi nombre, porque no conocen al que me ha enviado.


Vivid alegres con la esperanza, pacientes en la tribulación, perseverantes en la oración;'


Saludad a Trifena y a Trifosa, que han pasado muchas penas en el Señor. Saludad a Pérsida, muy amada, que sufrió muchas penas en el Señor.


a los que con perseverancia en el bien obrar buscan gloria, honor e inmortalidad, la vida eterna;'


Pero si esperamos lo que no vemos, en paciencia esperamos.


todo lo excusa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo tolera.


Mostraos deferentes con ellos y con todos cuantos como ellos trabajan y se afanan.


No glodándonos desmedidamente de trabajos ajenos, sino esperando que creciendo vuestra fe, crezcamos más y más entre vosotros, conforme a nuestra medida,


¿Son ministros de Cristo? Hablando en locura, más yo; en muchos trabajos, en muchas prisiones, en muchos azotes, en, frecuentes peligros de muerte.'


Por esto, investidos de este ministerio de la misericordia, no desfallecemos,


Por lo cual no desmayamos, sino que mientras nuestro hombre exterior se corrompe, nuestro hombre interior se renueva de día en día.


Por esto, presentes o ausentes, nos esforzamos por serle gratos,


en azotes, en prisiones, en tumultos, en fatigas, en desvelos, en ayunos,


Ayudaos mutuamente a llevar vuestras cargas, y así cumpliréis la ley de Cristo.


No nos cansemos de hacer el bien, que a su tiempo cosecharemos si no desfallecemos.


llevando en alto la palabra de vida, que en el día de Cristo será para gloria mía no haber corrido en vano ni haberme en vano afanado.


Y a ti también, fiel compañero, te ruego que ayudes a esas que han luchado mucho por el Evangelio, conmigo y con Clemente y con los demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el libro de la vida.


corroborados en toda virtud por el poder de su gloria, para el ejercicio alegre de la paciencia y de la longanimidad en todas las cosas,


haciendo sin cesar ante nuestro Dios y Padre memoria de la obra de vuestra fe, del trabajo de vuestra caridad y de la perseverante esperanza en nuestro Señor Jesucristo,


Ya os acordaréis, hermanos, de nuestras penas y fatigas, y de cómo día y noche trabajábamos para no ser gravosos a nadie, y así os predicamos el Evangelio de Dios.


Os rogarnos, hermanos, que acatéis a los que laboran con vosotros presidiéndoos en el Señor y amonestándoos,


Cuanto a vosotros, hermanos, no os canséis de hacer el bien.


El Señor guíe vuestros corazones hacia el amor de Dios y la esperanza paciente de Cristo.


ni de balde comimos el pan de nadie, sino que con afán y con fatiga trabajamos día y noche para no ser gravosos a ninguno de vosotros·


Pues por esto penamos y combatimos, porque esperamos en Dios vivo, que es el Salvador de todos los hombres, sobre todo de los fieles.


Los presbíteros que presiden bien, sean tenidos en doble honor, sobre todo los que se ocupan en la predicación y la enseñanza.


Porque tenéis necesidad de paciencia, para que, cumpliendo la voluntad de Dios, alcancéis la promesa.


Teniendo, pues, nosotros tal nube de testigos que nos envuelve, arrojemos todo peso y el pecado que nos asedia, y por la paciencia corramos el combate que se nos ofrece,


Salgamos, pues, a El, fuera del campamento, cargados con su oprobio,


Que no es Dios injusto para que se olvide de vuestra obra y del amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y perseverando en servirlos.


no emperezándoos, sino haciéndoos imitadores de los que por la fe y la paciencia han alcanzado la herencia de las promesas.


Y así, perseverando en esperar, alcanzó la promesa.


en la ciencia templanza, en la templanza paciencia, en la paciencia piedad,


Yo, Juan, vuestro hermano y compañero en la tribulación, en el reino y en la paciencia en Jesús, hallándome en la isla llamada Patmos, por la palabra de Dios y por el testimonio de Jesús,


Porque has conservado mi paciencia, yo también te guardaré en la hora de la tentación que está para venir sobre la tierra para probar a los moradores de ella. Vengo pronto.


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