Biblia Todo Logo
Online nga Bibliya
- Mga paanunsiyo -





1 Samuel 26:21 - Biblia Nacar-Colunga

21 Saúl dijo: “He pecado. Vuelve, David, hijo mío, que yo no te haré ya mal, puesto que mi vida ha sido hoy preciosa a tus ojos. He obrado como un insensato y he faltado mucho.”

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha


Dugang nga mga bersyon

Biblia Reina Valera 1960

21 Entonces dijo Saúl: He pecado; vuélvete, hijo mío David, que ningún mal te haré más, porque mi vida ha sido estimada preciosa hoy a tus ojos. He aquí yo he hecho neciamente, y he errado en gran manera.

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha

Biblia Nueva Traducción Viviente

21 Entonces Saúl confesó: —He pecado. Hijo mío, vuelve a casa, y ya no trataré de hacerte daño, porque hoy has valorado mi vida. He sido un tonto, y he estado muy, pero muy equivocado.

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha

Biblia Católica (Latinoamericana)

21 Saúl le respondió: '¡Pequé! Vuelve, hijo mío David, ya no te haré mal. ¡Tú me respetaste hoy la vida, y yo me he comportado como un tonto, he cometido un gran pecado!'

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha

La Biblia Textual 3a Edicion

21 Entonces dijo Saúl: ¡He pecado! Regresa, hijo mío David, que ya no te haré ningún mal, puesto que hoy mi vida ha sido de estima ante tus ojos. He aquí he actuado neciamente, y errado en gran manera.

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha

Biblia Serafín de Ausejo 1975

21 Respondió Saúl: 'He pecado. Vuélvete, hijo mío, David, pues no te volveré a hacer mal, ya que mi vida ha sido hoy preciosa a tus ojos. He obrado como un insensato y me he engañado por completo'.

Tan-awa ang kapitulo Kopyaha




1 Samuel 26:21
16 Cross References  

Mandó de nuevo Ocozías, por tercera vez, a un quincuagenario con sus cincuenta hombres. Este tercero subió, y a su llegada se prosternó ante Elías suplicándole, y le dijo: “Hombre de Dios, sea preciosa a tus ojos mi vida y la vida de tus siervos.


Fuego del cielo ha bajado y ha devorado a los dos primeros quincuagenarios y a sus cincuenta hombres; pero ahora sea a tus ojos preciosa mi vida.”


Es cosa preciosa a los ojos de Yahvé la muerte de sus piadosos.


Nadie puede rescatar al hombre de la muerte, nadie puede dar a Dios su rescate;'


Rescatará sus almas de la opresión y de la violencia, y será preciosa su sangre a los ojos de él.


El faraón mandó llamar a Moisés y a Aarón y les dijo: “Esta vez he pecado; Yahvé es justo, y yo y mi pueblo, impíos.'


Entonces Balaam dijo al ángel de Yahvé: “He pecado; no sabía que tú me cerrabas el camino; si te parece mal, ahora mismo me volveré.”


diciendo: He pecado entregando sangre inocente. Dijeron ellos: ¿A nosotros qué? Viéraslo tú.


Samuel dijo a Saúl: “Has obrado neciamente y has desobedecido el mandato de Yahvé, tu Dios. Estaba Yahvé para afirmar tu reino sobre Israel para siempre;'


Dijo entonces Saúl a Samuel: “He pecado traspasando el mandamiento de Yahvé y tus palabras; temí al pueblo y le escuché. Perdona, pues, te ruego, mi pecado,'


Saúl dijo: “He pecado; pero hónrame ahora, te lo ruego, en presencia de los ancianos de mi pueblo y en presencia de Israel, y ven conmigo a adorar a Yahvé, tu Dios.”


Los príncipes de los filisteos hacían incursiones; pero cada vez que salían, David, por su habilidad, alcanzaba mejor suceso que todos los otros servidores de Saúl, y su nombre llegó a ser muy celebrado.'


Cuando hubo acabado de hablar David, dijo Saúl: “¿Eres tú, hijo mío, David? Y, alzando la voz, se puso a llorar y dijo:


David respondió: “Aquí tienes tu lanza, rey. Que venga un mozo a buscarla.


Como ha sido hoy preciosa tu vida a mis ojos, así lo sea la mía a los ojos de Yahvé y me libre él de toda angustia.”


Sabiendo Saúl que David había huido a Gat, no volvió a perseguirle.


Sunda kami:

Mga paanunsiyo


Mga paanunsiyo