Sus asistentes le dijeron: —Nosotros estamos a las órdenes de Su Majestad.
1 Samuel 14:40 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Entonces Saúl le dijo a todo el pueblo: —Pónganse ustedes de aquel lado, y mi hijo Jonatán y yo nos pondremos de este otro. Y el pueblo le respondió: —Haremos todo lo que usted nos mande. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Dijo luego a todo Israel: Vosotros estaréis a un lado, y yo y Jonatán mi hijo estaremos al otro lado. Y el pueblo respondió a Saúl: Haz lo que bien te pareciere. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces Saúl dijo: —Jonatán y yo nos pondremos aquí, y todos ustedes se pondrán allá. Y el pueblo respondió a Saúl: —Lo que mejor te parezca. Biblia Católica (Latinoamericana) Luego dijo a todo Israel: 'Ustedes se pondrán a un lado, yo y mi hijo Jonatán nos pondremos al otro'. El pueblo dijo a Saúl: '¡Haz como piensas!' La Biblia Textual 3a Edicion Dijo luego a todo Israel: Vosotros estaréis a un lado, y yo y mi hijo Jonatán estaremos a otro lado. Y el pueblo respondió a Saúl: Haz lo que bien te parezca. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Dijo entonces a todo Israel: 'Poneos vosotros en un lado, y yo y mi hijo Jonatán nos pondremos en el otro'. Y el pueblo dijo a Saúl: 'Haz lo que mejor te parezca'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Dijo luego a todo Israel: Vosotros estaréis a un lado, y yo y Jonatán mi hijo estaremos al otro lado. Y el pueblo respondió a Saúl: Haz lo que bien te pareciere. |
Sus asistentes le dijeron: —Nosotros estamos a las órdenes de Su Majestad.
Elcaná le dijo: —Haz lo que te parezca mejor. Que el niño se quede contigo hasta que pueda comer solo. Y que Dios cumpla su promesa. Ana se quedó con su hijo, y lo cuidó hasta que el niño comenzó a comer solo. Fue entonces cuando Ana lo llevó al santuario de Siló. También llevó como ofrenda un novillo de tres años, vino y veinte kilos de harina.
Luego les dijo a sus soldados: —No pasará esta noche sin que acabemos con los filisteos y nos quedemos con todas sus pertenencias. Y ellos le contestaron: —Haremos todo lo que usted nos mande. Pero el sacerdote le dijo: —Primero debemos consultar a Dios.
Les juro por Dios que morirá, aunque se trate de mi hijo Jonatán. Pero ninguno le respondió.
Saúl echó suertes y le pidió al Dios de Israel: «Dime quién tiene la culpa, si Jonatán, el pueblo, o yo». La suerte recayó sobre Jonatán y Saúl, de modo que el pueblo quedó libre de culpa.