He aquí, si Él derriba, nadie puede reedificar, Si Él encierra al hombre, no hay quien le abra.
Isaías 25:2 - La Biblia Textual 3a Edicion Convertiste la ciudad en escombros, Y la plaza fuerte en ruinas, Y el palacio de los extranjeros en algo que nunca será reedificado. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Porque convertiste la ciudad en montón, la ciudad fortificada en ruina; el alcázar de los extraños para que no sea ciudad, ni nunca jamás sea reedificado. Biblia Nueva Traducción Viviente Tú conviertes ciudades poderosas en montones de ruinas; ciudades con murallas fuertes se convierten en escombros. Hermosos palacios en tierras lejanas desaparecen y jamás serán reconstruidos. Biblia Católica (Latinoamericana) Has hecho de la ciudad un montón de escombros, y de la fortaleza una ruina; el bastión de los extranjeros ya no es una ciudad, y nadie la reconstruirá. Biblia Serafín de Ausejo 1975 pues hiciste de la ciudad una escombrera, de la villa fortificada un derribo, de la ciudadela de los insolentes una no-ciudad, que jamás será reconstruida. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque convertiste la ciudad en montón, la ciudad fortificada en ruina; el palacio de extranjeros para que no sea ciudad; nunca más será reedificada. Biblia Traducción en Lenguaje Actual Has destruido las fortalezas de nuestros enemigos, has dejado las ciudades hechas un montón de ruinas. ¡Nunca más serán reconstruidas! |
He aquí, si Él derriba, nadie puede reedificar, Si Él encierra al hombre, no hay quien le abra.
Nunca jamás será habitada, Ni morarán en ella de generación en generación; No plantará allí el beduino su tienda, Ni harán allí los pastores aprisco,
Sino que sestearán allí los moradores del desierto, Y sus casas se llenarán de hurones;° Habitarán allí las crías del avestruz, Y saltarán allí las cabras salvajes.°
La hienas aullarán en sus° palacios, Y en sus lujosas mansiones los chacales. Su hora está al llegar, y sus días no serán prolongados.
Y la convertiré en posesión de erizos y en ciénaga, Y la barreré con la escoba del exterminio, dice YHVH Sebaot.
La carga de Damasco: He aquí Damasco dejará de ser ciudad,° Y vendrá a ser un montón de ruinas.
Efraín perderá su fortaleza y Damasco su soberanía, Y el resto de los sirios serán como la nobleza de Israel, dice YHVH Sebaot.
¡He aquí, vienen montados parejas de jinetes! Después habló y dijo: ¡Ha caído, ha caído Babilonia,° Y todos los ídolos de sus dioses se han hecho pedazos° por tierra!
Él extendió su mano contra el mar, y ha hecho temblar los reinos. YHVH ha ordenado destruir las fortalezas de Canaán,
He allí la tierra de los caldeos;° tal pueblo no existía. Asiria lo había fundado para las bestias del desierto. Erigieron sus torres de asedio, destruyeron su ciudadela y la redujeron a escombros.
Quebrantada está la ciudad del caos. Toda casa está cerrada, para que nadie pueda entrar.
Y derribará tus altos e inexpugnables muros, Los abatirá en tierra hasta el mismo polvo.
Derribó a los que moraban en las alturas, Humilló a la ciudad exaltada, La abatió hasta la tierra y la derribó hasta el polvo;
La ciudad fortificada está solitaria, Sus moradas abandonadas, Dejada como un desierto. Allí pastan los novillos, Allí caen y se secan sus sarmientos.
El palacio quedará vacío, La ciudad populosa desierta, El collado y la atalaya, convertidos en baldíos para siempre, En delicia de asnos Y pastizal de rebaños.
Pero caerá granizo; El bosque será talado; La ciudad será totalmente abatida.
En sus palacios crecen los espinos, En sus torreones ortigas y abrojos, Se convierte en cubil de chacales, En coto de avestruces.
¿No lo has oído? Desde antiguo lo decidí; en tiempos remotos lo preparé, y ahora hago que suceda. Tú estás puesto para reducir las ciudades fortificadas a montones de ruinas,
No tomarán de ti piedra angular, Ni piedra para cimientos; Porque serás una desolación perpetua, dice YHVH.
Reduciré Jerusalem a montones de escombros, La convertiré en cubil de chacales, Y a las ciudades de Judá en desolación sin habitante.
Luego juntarás todo su despojo en medio de su plaza y quemarás totalmente la ciudad con todo su despojo, todo ello como ofrenda encendida a YHVH tu Dios, y será un montón de ruinas para siempre; jamás será reconstruida.
Y echaron polvo sobre sus cabezas, y gritaban llorando y lamentando, diciendo: ¡Ay, ay, de la gran ciudad! ¡Todos los que tenían naves en el mar se enriquecieron con su opulencia, y en una hora fue desolada!°