Bulle en mi corazón un bello discurso: al rey dedico mi poema. Es mi lengua como cálamo de veloz escriba.
Lucas 4:22 - Biblia Nacar-Colunga Todos le aprobaban, maravillados de las palabras de gracia que salían de su boca, y decían: ¿No es éste el hijo de José? Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Y todos daban buen testimonio de él, y estaban maravillados de las palabras de gracia que salían de su boca, y decían: ¿No es este el hijo de José? Biblia Nueva Traducción Viviente Todos hablaban bien de él y estaban asombrados de la gracia con la que salían las palabras de su boca. «¿Cómo puede ser? —preguntaban—. ¿No es este el hijo de José?». Biblia Católica (Latinoamericana) Todos lo aprobaban y se quedaban maravillados, mientras esta proclamación de la gracia de Dios salía de sus labios. Y decían: '¡Pensar que es el hijo de José!' La Biblia Textual 3a Edicion Y todos daban° testimonio de Él, y se maravillaban de las palabras de gracia que salían de su boca, pero decían: ¿No es éste el hijo de José? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y todos se manifestaban en su favor y se maravillaban de las palabras llenas de gracia salidas de su boca; y decían: '¿Pero no es éste el hijo de José?'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y todos daban testimonio de Él, y estaban maravillados de las palabras de gracia que salían de su boca, y decían: ¿No es Éste el hijo de José? |
Bulle en mi corazón un bello discurso: al rey dedico mi poema. Es mi lengua como cálamo de veloz escriba.
Los labios del justo están llenos de gracia; la boca del impío, de perversidad.'
El sabio de corazón es tenido por sensato, y la blandura de los labios hace eficaz la doctrina.
Las palabras de la boca del sabio son graciosas; pero al necio sus labios le causan la ruina.'
Su garganta es todo suavidad, todo él un encanto. Ese es mi amado, ése es mi amigo, hijas de Jerusalén.
El Señor, Yahvé, me ha dado lengua de discípulo para saber sostener con palabras al cansado. Cada mañana despierta mis oídos para que oiga como discípulo;'
Cuantos le oían quedaban estupefactos de su inteligencia y de sus respuestas.
Cuando sus padres le vieron, se maravillaron, y le dijo su madre: Hijo, ¿por qué nos has hecho así? Mira que tu padre y yo, apenados, andábamos buscándote.
porque yo os daré un lenguaje y una sabiduría a la que no podrán resistir ni contradecir todos vuestros adversarios.
Comenzó a decirles: Hoy se cumple esta escritura que acabáis de oír.
Encontró Felipe a Natanael y le dijo: Hemos hallado a aquel de quien escribió Moisés en la Ley y los Profetas, a Jesús, hijo de José de Nazaret.
y decían: ¿No es éste Jesús, el hijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos? Pues ¿cómo dice ahora: Yo he bajado del cielo?
de palabra sana e irreprensible, para que los adversarios se confundan, no teniendo nada malo que decir de nosotros.