Craso está como sebo su corazón, pero yo tengo en tu ley mis delicias.
Levítico 3:3 - Biblia Nacar-Colunga De este sacrificio pacífico ofrecerá a Yahvé en combustión el sebo que envuelve las entrañas y cuanto hay sobre ellas, Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Luego ofrecerá del sacrificio de paz, como ofrenda encendida a Jehová, la grosura que cubre los intestinos, y toda la grosura que está sobre las entrañas, Biblia Nueva Traducción Viviente El sacerdote presentará parte de esta ofrenda de paz como una ofrenda especial al Señor. Esto incluye toda la grasa que rodea las vísceras, Biblia Católica (Latinoamericana) Se tomará una parte del sacrificio de comunión y se ofrecerá por el fuego para Yavé: el sebo que cubre las entrañas y todo lo que hay sobre ellas;' La Biblia Textual 3a Edicion Del sacrificio de las ofrendas de paz, presentará una ofrenda ígnea ante YHVH con la grasa que cubre los intestinos, toda la grasa que hay sobre las entrañas, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Del sacrificio de comunión ofrecerá como manjar pasado por el fuego en honor de Yahveh la grasa que recubre los intestinos y toda la grasa que envuelve las entrañas, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Luego ofrecerá del sacrificio de paz, por ofrenda encendida a Jehová, la grosura que cubre los intestinos, y toda la grosura que está sobre las entrañas, |
Craso está como sebo su corazón, pero yo tengo en tu ley mis delicias.
Toma todo el sebo que cubre las entrañas, la redecilla del hígado y los dos ríñones con el sebo que los envuelve, y lo quemas todo en el altar.
Toma el sebo del carnero, la cola, el sebo que cubre las entrañas, la redecilla del hígado, los dos ríñones con el sebo que los envuelve y la pata derecha, pues este carnero es carnero de inauguración.
ved, y no conozcáis. Endurece el corazón de ese pueblo, tapa sus oídos, cierra sus ojos. Que no vea con sus ojos, ni oiga con sus oídos, ni entienda su corazón, y no sea curado de nuevo.
Os daré un corazón nuevo y pondré en vosotros un espíritu nuevo; os arrancaré ese corazón de piedra y os daré un corazón de carne.'
Los sacerdotes levitas hijos de Sadoc, que guardaron el ordenamiento de mi santuario cuando se apartaron de mí los hijos de Israel, serán mis allegados para ministrar ante mí y ofrecerme la grosura y la sangre, dice el Señor, Yahvé.
Lo descuartizarán, y con la cabeza y el sebo lo dispondrá el sacerdote sobre la leña encendida del altar.
y ordenarán sobre ella los trozos con la cabeza y lo pegado al hígado,
El sacerdote lo quemará sobre el altar, alimento de combustión de suave olor a Yahvé. Todo el sebo pertenece a Yahvé.
Pondrá la mano sobre la cabeza de la víctima y la degollará a la entrada del tabernáculo de la reunión; y los sacerdotes, hijos de Aarón, derramarán la sangre en torno del altar.'
los dos ríñones, con el sebo que los recubre, y el que hay entre los ríñones y los lomos, y el que hay en el hígado sobre los ríñones,
como se coge en el novillo del sacrificio pacífico, y lo quemará en el altar de los holocaustos.
traerá él mismo a Yahvé el don de su hostia pacífica, tomará con sus manos el sebo de la víctima y el pecho, balanceando éste ante Yahvé;'
El sacerdote lo quemará en el altar. Es combustión de Yahvé, víctima por el delito.
Quemó en el altar el sebo y los ríñones y la redecilla del hígado de la víctima por el pecado, como Yahvé se lo había mandado a Moisés;'
¡Pero dichosos vuestros ojos, porque ven, y vuestros oídos, porque oyen!
“Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí;'
Y la esperanza no quedará confundida, pues el amor de Dios se ha derramado en nuestros corazones por virtud del Espíritu Santo, que nos ha sido dado.
pues sabemos que nuestro hombre viejo ha sido crucificado con El, para que fuera destruido el cuerpo del pecado y ya no sirvamos al pecado.
Circuncidará Yahvé, tu Dios, tu corazón y el corazón de tus descendientes, para que ames a Yahvé, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma, y vivas.
Así hacían con cuantos de Israel venían allí, a Silo. Aun antes de que se quemara el sebo, venía el criado del sacerdote y decía al que sacrificaba: “Dame la carne para asársela al sacerdote; no recibirá de ti carne cocida, sino cruda.”