Subía David la pendiente del monte de los Olivos, y subía llorando, cubierta la cabeza y descalzos los pies. También cuantos le seguían cubriéronse todos la cabeza, y subían llorando.
2 Samuel 19:5 - Biblia Nacar-Colunga El rey, cubriendo el rostro, gemía: “¡Absalón, hijo mío! ¡Hijo mío Absalón! ¡Hijo mío!” Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Entonces Joab vino al rey en la casa, y dijo: Hoy has avergonzado el rostro de todos tus siervos, que hoy han librado tu vida, y la vida de tus hijos y de tus hijas, y la vida de tus mujeres, y la vida de tus concubinas, Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces Joab fue a la habitación del rey y le dijo: «Hoy salvamos su vida y la de sus hijos e hijas, sus esposas y concubinas. Sin embargo, al actuar de esa forma hace que nos sintamos avergonzados de nosotros mismos. Biblia Católica (Latinoamericana) El rey, mientras tanto, se había puesto un velo en la cara y exclamaba en alta voz: '¡Hijo mío Absalón! ¡Absalón hijo mío! ¡Hijo mío!' La Biblia Textual 3a Edicion Entonces Joab entró en la casa donde estaba el rey, y le dijo: Hoy has cubierto de vergüenza los rostros de todos tus siervos que hoy han salvado tu vida, y la vida de tus hijos y de tus hijas, y la vida de tus mujeres, y la vida de tus concubinas, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entretanto, el rey, cubierto el rostro, clamaba a grandes voces: '¡Hijo mío, Absalón! ¡Absalón, hijo mío, hijo mío!'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y entrando Joab en casa al rey, le dijo: Hoy has avergonzado el rostro de todos tus siervos, que hoy han librado tu vida, y la vida de tus hijos y de tus hijas, y la vida de tus esposas, y la vida de tus concubinas, |
Subía David la pendiente del monte de los Olivos, y subía llorando, cubierta la cabeza y descalzos los pies. También cuantos le seguían cubriéronse todos la cabeza, y subían llorando.
y cogiendo a Absalón, echáronle en un gran hoyo en el bosque y lo cubrieron con un gran montón de piedras, e Israel huyó cada uno a su casa.
“Vosotros sois mis hermanos, sois hueso mío y carne mía. ¿Por qué, pues, habréis de ser los últimos en volver al rey a su casa?
y la gente entró en la ciudad calladamente, como entra avergonzado el ejército que huye de la batalla.
Entró Joab en casa del rey y le dijo: “Hoy has llenado de confusión a todos tus siervos, que han salvado tu vida y la vida de tus hijos y tus hijas, la de tus mujeres y tus concubinas.
Por lo que a mí hace, yo soy todavía débil, aunque ungido, y esos hombres, los hijos de Sarvia, son más duros que yo. Que Yahvé pague al que ha hecho el mal, según su malicia.”
Los entregaste en manos de sus enemigos, que los afligieron; y clamaron a ti en el tiempo de su aflicción, y tú desde los cielos los oíste, y, según tus muchas misericordias, los libraste dándoles libertadores que los salvasen de las manos de sus enemigos.'
Álzate, ¡oh Yahvé! Sálvame, ¡Dios mío! Tú hieres en la mejilla a todos mis enemigos, tú rompes los dientes a los impíos.