David dijo al mensajero: “He aquí lo que dirás a Joab: No te apures demasiado por este asunto, porque la espada devora unas veces a uno, otras veces a otro. Refuerza el ataque contra la ciudad y destruyela.” Y alentóle así.
2 Samuel 12:1 - Biblia Nacar-Colunga Yahvé le envió el profeta Natán para decirle: “Juzga este caso: Había en una ciudad dos hombres, el uno rico y el otro pobre. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Jehová envió a Natán a David; y viniendo a él, le dijo: Había dos hombres en una ciudad, el uno rico, y el otro pobre. Biblia Nueva Traducción Viviente Por lo tanto, el Señor envió al profeta Natán para que le contara a David la siguiente historia: —Había dos hombres en cierta ciudad; uno era rico y el otro, pobre. Biblia Católica (Latinoamericana) Yavé mandó donde David al profeta Natán. Este fue y le dijo: 'Había en una ciudad dos hombres: uno era rico y el otro, pobre. La Biblia Textual 3a Edicion Y YHVH envió a Natán° a David, y entrando ante su presencia, le dijo:° En una ciudad había dos hombres, uno rico y uno pobre. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entonces Yahveh envió a Natán ante David y, presentándose ante él, le dijo: 'Había dos hombres en una ciudad: el uno era rico y el otro era pobre. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Jehová envió a Natán a David, el cual viniendo a él, le dijo: Había dos hombres en una ciudad, el uno rico, y el otro pobre. |
David dijo al mensajero: “He aquí lo que dirás a Joab: No te apures demasiado por este asunto, porque la espada devora unas veces a uno, otras veces a otro. Refuerza el ataque contra la ciudad y destruyela.” Y alentóle así.
Porque todos morimos y somos como agua que se derrama en la tierra, que no puede volver a recogerse; que Dios no hace volver las almas. Medite, pues, el rey cómo el fugitivo no quede arrojado de su presencia.'
Conforme a todas estas palabras y a toda esta visión habló Natán a David;'
pero el sacerdote Sadoc, Banayas, hijo de Joyada; Natán, profeta; Semeí, amigo de David; Reí y los valientes de David no le seguían.'
Llegó de Judá a Betel un hombre de Dios, por mandato de Yahvé, mientras estaba Jeroboam en el altar para sacrificar;'
Pasados muchos días, al tercer año, dirigió Yahvé su palabra a Elías, diciendo: “Ve, preséntate a Ajab, que voy a hacer que caiga la lluvia sobre la haz de la tierra.”
“Levántate y baja al encuentro de Ajab, rey de Israel, a Samaría. Está en la viña de Nabot, adonde ha bajado para posesionarse de ella.
Azarías, hijo de Natán, superintendente; Zabud, hijo de Natán, era el consejero del rey.'
pero el ángel de Yahvé dijo a Elías tisbita: “Levántate y sube al encuentro de los mensajeros del rey de Samaría y diles: ¿No hay Dios en Israel, para que vayáis a consultar a Baalzebub, dios de Acarón?
Los hechos del rey David, los primeros y los postreros, están escritos en el libro de Samuel, vidente, y en las crónicas de Natán, profeta, y en las de Gad, vidente,
Y el profeta Isaías fue a ver a Ezequías y le preguntó: ¿Qué han dicho esos hombres y de dónde vienen a ti? Respondió Ezequías: Han venido de lejos a verme, de Babilonia.