Entonces Janón, tomando a los embajadores de David, rapóles la mitad de la barba y les cortó los vestidos hasta la mitad de las nalgas, y los despachó.
2 Samuel 10:5 - Biblia Nacar-Colunga En cuanto lo supo David, mandó quienes les salieran al encuentro, porque aquéllos estaban en gran confusión, y les dijeran: “Quedaos en Jericó hasta que os vuelva a crecer la barba, y entonces volveréis.” Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Cuando se le hizo saber esto a David, envió a encontrarles, porque ellos estaban en extremo avergonzados; y el rey mandó que les dijeran: Quedaos en Jericó hasta que os vuelva a nacer la barba, y entonces volved. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando llegó a oídos de David lo que había sucedido, envió mensajeros para decirles a los hombres: «Quédense en Jericó hasta que les crezca la barba y luego regresen». Pues se sentían muy avergonzados de su aspecto. Biblia Católica (Latinoamericana) Al saber eso, David envió a alguien que fuera a encontrarlos, pues esos hombres estaban llenos de vergüenza. Les mandó decir: 'Quédense en Jericó hasta que les crezca la barba, y después regresen'. La Biblia Textual 3a Edicion Cuando informaron a David, él envió a encontrarlos, pues los hombres estaban muy avergonzados. Y el rey hizo decirles: Permaneced en Jericó hasta que crezca vuestra barba, entonces regresaréis. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Se lo comunicaron a David, y éste mandó gente a su encuentro, porque los hombres estaban sobremanera avergonzados, para decirles de parte del rey: 'Quedaos en Jericó hasta que os crezca la barba, y después volveréis'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Lo cual cuando fue hecho saber a David, envió a encontrarlos, porque ellos estaban en extremo avergonzados; y el rey mandó a decirles: Quedaos en Jericó hasta que os vuelva a crecer la barba, y entonces regresad. |
Entonces Janón, tomando a los embajadores de David, rapóles la mitad de la barba y les cortó los vestidos hasta la mitad de las nalgas, y los despachó.
Viendo los hijos de Amón que se habían hecho odiosos a David, concertaron tomar a sueldo a veinte mil infantes de los sirios de Bet-Rojob y de Soba y doce mil de los reyes de Maaca y de Tob.
En su tiempo, Jiel, de Betel, reedificó a Jericó; echó los fundamentos, al precio de su primogénito, Abiram, y puso las puertas al precio de Segub, su hijo menor, según la palabra que Yahvé había dicho por medio de Josué, hijo de Nun.'
Fuéronse ellos, y David, que supo lo que a sus hombres había sucedido, mandó gente que les salieran al encuentro, pues se hallaban en gran confusión, y les dijeran: “Quedaos en Jericó hasta que os crezca la barba y volved luego.”
Tenía Jericó cerradas las puertas y bien echados sus cerrojos por miedo a los hijos de Israel, y nadie salía ni entraba en ella.