Pero Itaí respondió al rey, diciendo: “Vive Dios, y vive mi señor el rey, que donde mi señor esté, vivo o muerto, allí estará tu siervo.”
1 Samuel 20:3 - Biblia Nacar-Colunga Y juró nuevamente a David. Pero éste dijo: “Sabe muy bien tu padre que me quieres, y se habrá dicho: Que no lo sepa Jonatán, no vaya a darle pena; pero por Dios y por tu vida, que no hay más que un paso entre mí y la muerte.” Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Y David volvió a jurar diciendo: Tu padre sabe claramente que yo he hallado gracia delante de tus ojos, y dirá: No sepa esto Jonatán, para que no se entristezca; y ciertamente, vive Jehová y vive tu alma, que apenas hay un paso entre mí y la muerte. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces David hizo un juramento delante de Jonatán y le dijo: —Tu padre sabe perfectamente bien acerca de nuestra amistad, por lo tanto, se dijo a sí mismo: “No le diré nada a Jonatán, ¿para qué lastimarlo?”. ¡Pero te juro que estoy a solo un paso de la muerte! ¡Te lo juro por el Señor y por tu propia alma! Biblia Católica (Latinoamericana) Pero David le dijo: 'Tu padre conoce muy bien la amistad que tú sientes por mí y se dice: Jonatán no debe saberlo porque le parecerá muy mal. Pero, te lo juro por la vida de Yavé y por mi propia cabeza: no hay más que un paso entre la muerte y yo'. La Biblia Textual 3a Edicion David empero volvió a jurárselo diciendo: Sabe tu padre que he hallado gracia a tus ojos, y habrá dicho: No sepa esto Jonatán, no sea que se disguste. Pero tan cierto como que vive YHVH y vive tu alma, estoy a un paso de la muerte. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero David insistió: 'Tu padre sabe muy bien que me tienes simpatía y por eso se habrá dicho: 'Que no sepa esto Jonatán, para que no se aflija'. ¡Sin embargo, por vida de Yahveh y por vida tuya, que estoy a un paso de la muerte!'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y David volvió a jurar, diciendo: Tu padre sabe claramente que yo he hallado gracia delante de tus ojos, y dirá: No sepa esto Jonatán, para que no tenga pesar; y ciertamente, vive Jehová y vive tu alma, que apenas hay un paso entre mí y la muerte. |
Pero Itaí respondió al rey, diciendo: “Vive Dios, y vive mi señor el rey, que donde mi señor esté, vivo o muerto, allí estará tu siervo.”
y dijo a Elíseo: “Quédate aquí, te ruego, pues Yahvé me manda ir a Betel.” Elíseo respondió: “Vive Yahvé, y vives tú, que no te dejaré.” Y bajaron ambos a Betel.
Elías le dijo: “Elíseo, quédate aquí, te lo ruego, pues Yahvé me manda ir a Jericó.” El le respondió: “Por la vida de Yahvé y por tu vida que no te dejaré.” Y llegaron a Jericó.
Elías le dijo: “Quédate aquí, te lo ruego, pues Yahvé me manda ir al Jordán.” Y él le respondió: “Por la vida de Yahvé y por tu vida que no te dejaré.” Y siguieron ambos su camino.
Prendido me habían los lazos de la muerte, me habían sorprendido las ansiedades del “seol”; yo había encontrado la angustia y la tristeza'
Hizo, pues, en secreto Sedecías a Jeremías este juramento: Vive Yahvé, que no ha dado la vida a nosotros, que no te daré la muerte y que no te entregaré a esos que buscan tu vida.
Si juras por la vida de Yahvé con verdad, con derecho y con justicia, serán en ti bendecidos los pueblos y en ti se gloriarán.
y tendrás día y noche la vida pendiente como de un hilo ante ti; día y noche estarás temeroso y no tendrás seguridad;'
Porque los hombres suelen jurar por alguno mayor, y el juramento pone entre ellos fin a toda controversia y les sirve de garantía.
Ana le dijo: “Óyeme por tu vida, mi señor: Yo soy aquella mujer que estuvo aquí cerca de ti orando a Yahvé.
Cuando Saúl hubo visto a David avanzar contra el filisteo, dijo a Abner, el jefe de su ejército: “¿De quién es hijo ese joven, Abner?” Abner respondió:
Jonatán le dijo: “No, no será así; no morirás. ¿Había de celarme a mí eso mi padre? No hace mi padre cosa alguna, ni grande ni pequeña, sin dármela a conocer. ¿Por qué había de ocultarme ésta? No hay nada de eso.”
Jonatán dijo a David: “Di qué quieres que haga, que yo haré cuanto me pidas.”
Y ahora, mi señor, como vive Yahvé, que te ha preservado Yahvé de derramar sangre y tomar por tu mano la venganza, ojalá que todos tus enemigos y cuantos te persiguen sean como Nabal.
David se dijo: “Un día u otro voy a perecer a manos de Saúl; lo mejor será que luego me refugie en la tierra de los filisteos, para que desista Saúl de buscarme en la de Israel; así escaparé de sus manos.”