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Lucas 21:36 - Versión Biblia Libre

36 Manténganse despiertos y oren, para que puedan escapar de todas las cosas que sucederán y estén en pie ante el Hijo del hombre”.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

36 Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

36 Manténganse siempre alerta. Y oren para que sean suficientemente fuertes para escapar de los horrores que vendrán y para presentarse delante del Hijo del Hombre.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

36 Por eso estén vigilando y orando en todo momento, para que se les conceda escapar de todo lo que debe suceder y estar de pie ante el Hijo del Hombre.

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La Biblia Textual 3a Edicion

36 Así que velad en todo tiempo, rogando° tener fuerza para escapar de todas estas cosas que están por suceder, y estar en pie delante del Hijo del Hombre.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

36 Velad, pues, orando en todo tiempo, para que logréis escapar de todas estas cosas que han de sobrevenir, y para comparecer seguros ante el Hijo del hombre'.

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Lucas 21:36
34 Referencias Cruzadas  

¿Tienen una buena relación con el Todopoderoso? ¿Pueden invocar a Dios en cualquier momento?


Por eso los malvados no sobrevivirán al juicio, pues los pecadores no tienen lugar entre los que viven con rectitud.


esto es lo que dice el Señor Todopoderoso, el Dios de Israel: Jonadab hijo de Recab tendrá siempre a alguien que estará en mi presencia sirviéndome.


¿Quién podrá sobrevivir en el día de su venida? ¿Quién puede permanecer en pie delante de él cuando aparezca? Porque él será como un horno ardiente que refina el metal, o como el jabón fuerte que limpia las manchas.


Así que estén prevenidos, porque ustedes no saben qué día viene el Señor.


Pero consideren esto: si el dueño de la casa supiera a qué hora vendrá el ladrón, permanecería vigilando. No dejaría que entre y robe en su casa.


Ustedes también necesitan estar listos, porque el Hijo del hombre viene en un momento en que ustedes no lo esperan.


Así que estén alerta, porque ustedes no saben el día ni la hora.


Estén despiertos y oren, para que no caigan en tentación. Sí, el espíritu está dispuesto, pero el cuerpo es débil”.


“Los zorros tienen guaridas y las aves silvestres tienen nidos, pero el Hijo del hombre no tiene dónde recostarse y descansar”, le dijo Jesús.


¡Estén atentos! ¡Estén despiertos! Porque ustedes no saben cuándo sucederá esto.


Lo que les digo a ustedes, lo digo a todos: ¡Estén vigilantes!”


“Yo soy Gabriel”, respondió el ángel. “Yo estoy en la presencia de Dios, y fui enviado para hablarte y entregarte esta buena noticia.


Jesus les contó este relato para animarlos a orar en todo momento y no rendirse:


“Pero los que sean dignos de participar del mundo venidero y de la resurrección de entre los muertos no se casarán ni se darán en casamiento.


Pues este día vendrá sobre todos los que vivan sobre la faz de la tierra.


Este era un hombre devoto que, junto con todos los que vivían en su casa, tenían reverencia por Dios. Este hombre daba a los pobres con generosidad, y oraba a Dios con regularidad.


Estén alerta. Manténganse firmes en su confianza en Dios. Tengan valor. Sean fuertes.


Sabemos que Dios, quien resucitó a Jesús, también nos resucitará con él, y nos llevará a su presencia con ustedes.


No olviden seguir en oración, con sus mentes alertas y en agradecimiento.


Debes mantenerte alerta todo el tiempo. Haz frente a las dificultades, trabaja en la predicación de la buena noticia, y cumple tu ministerio.


¡Todo llegará a su fin! Así que piensen con claridad y manténganse vigilantes cuando oren.


Sean responsables, y estén vigilantes. El diablo, su enemigo, anda por ahí, como león rugiente, buscando a quién devorar.


Ahora, mis queridos amigos, sigan viviendo en Cristo, para que cuando aparezca, podamos estar seguros y no tengamos vergüenza delante él en su venida.


Ahora, a Aquél que puede guardarlos sin caer, y que puede llevarlos a su gloriosa presencia sin falta, y con gran gozo,


Ellos son los dos árboles de olivo y los dos candelabros que están frente al Señor de la tierra.


Porque el día terrible de su juicio ha venido, y ¿quién podrá resistirlo?”


Después de esto mire y vi una gran multitud que nadie podía contar, compuesta de toda nación, tribu, pueblo y lengua. Estaban en pie frente al trono y el Cordero, vestidos con túnicas blancas, con ramas de palmeras en sus manos.


Y vi a los siete ángeles que están delante de Dios. A ellos se les dieron siete trompetas.


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