Lucas 10:39 - Versión Biblia Libre

³⁹ Ella tenía una hermana llamada María, quien se sentó a los pies del Señor y escuchaba su enseñanza.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

³⁹ Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra.

Biblia Nueva Traducción Viviente

³⁹ Su hermana María se sentó a los pies del Señor a escuchar sus enseñanzas,

Biblia Católica (Latinoamericana)

³⁹ Tenía una hermana llamada María, que se sentó a los pies del Señor y se quedó escuchando su palabra.

La Biblia Textual 3a Edicion

³⁹ Y ésta tenía una hermana llamada Miriam,° la cual,° sentada a los pies del Señor, oía su palabra.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³⁹ Tenía ella una hermana, llamada María, la cual, sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra.

Lucas 10:39 Referencias Cruzadas

2 Reyes 4:38

Cuando Eliseo regresó a Gilgal, había hambre en esa zona. Los hijos de los profetas estaban sentados a sus pies, y él dijo a su criado: “Usa la olla grande y hierve un poco de guiso para los hijos de los profetas”.

Proverbios 8:34

Felices son los que me escuchan, los que están pendientes en mi puerta para verme llegar.

Lucas 10:42

Pero solo una cosa es realmente necesaria. María ha elegido lo correcto, y no se le quitará”.

Lucas 2:46

Pasaron tres días, hasta que lo encontraron en el Templo. Estaba sentado entre los maestros religiosos, escuchándolos y haciéndoles preguntas.

Lucas 8:35

El pueblo salió a ver lo que había ocurrido. Cuando vinieron donde estaba Jesús, encontraron al hombre libre de demonios. Estaba sentado a los pies de Jesús, usando ropas y en su sano juicio; y se asustaron.

Juan 11:1

Un hombre llamado Lázaro estaba enfermo. Él vivía en Betania con sus hermanas María y Marta.

Juan 11:19

y muchos judíos habían venido a consolar a María y Marta ante la pérdida de su hermano.

Juan 12:3

María trajo medio litro de perfume de nardo puro y ungió los pies de Jesús, secándolos con su cabello. El aroma del perfume se esparció por toda la casa.

Hechos 22:3

“Soy judío, nacido en Tarso de Cilicia”, comenzó. “Sin embargo, fui criado en esta ciudad, y me senté a los pies de Gamaliel. Fui enseñado para guardar de manera estricta la ley de nuestros padres. Yo era un hombre celoso por Dios, tal como ustedes aquí hoy,

Deuteronomio 33:3

Cuánto amas al pueblo; tienes a todos los santos en tu mano. Se sientan a tus pies para escuchar tus palabras: