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Levítico 19:10 - Versión Biblia Libre

10 No recojas hasta la última uva de tu viñedo ni recojas las que han caído. Déjalas para los pobres y los extranjeros. Yo soy el Señor tu Dios.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

10 Y no rebuscarás tu viña, ni recogerás el fruto caído de tu viña; para el pobre y para el extranjero lo dejarás. Yo Jehová vuestro Dios.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Harás lo mismo con la cosecha de la uva, no cortes hasta el último racimo de las vides ni recojas las uvas que caigan al suelo. Déjalas para los pobres y para los extranjeros que viven entre ustedes. Yo soy el Señor tu Dios.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Tampoco rebusques en tus viñas, ni recojas de tus huertos las frutas caídas. Las dejarás al pobre y al forastero: ¡Yo soy Yavé, tu Dios!

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 Tampoco rebuscarás tu viña, ni recogerás los frutos caídos de tu viña, sino que los dejarás para el pobre y para el extranjero.° Yo, YHVH vuestro Dios.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 ni harás el rebusco de tu viña, ni recogerás las uvas caídas, sino que lo dejarás para el pobre y el forastero. Yo, Yahveh, vuestro Dios.

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Levítico 19:10
16 Referencias Cruzadas  

Pero quedarán algunas, como un olivo que ha sido sacudido: dos o tres aceitunas maduras quedarán en la copa del árbol, cuatro o cinco en sus ramas inferiores, declara el Señor, el Dios de Israel.


Así va a ser en toda la tierra entre las naciones: sólo quedan unas pocas aceitunas después de sacudir el árbol, sólo quedan unas pocas uvas para espigar después de la cosecha.


Si viniera gente a cosechar uvas, dejaría algunas, ¿no es así? Si vinieran ladrones durante la noche, sólo robarían lo que quisieran, ¿no es así?


porque yo soy el Señor su Dios; así que dedíquense y sean santos, porque yo soy santo. No se contaminen con ningún animal que se arrastre por el suelo.


“No robes. No mientas. No engañes.


Sin embargo, el quinto año podrán comer el fruto y así tendrán una cosecha aún mayor. Yo soy el Señor tu Dios.


“Cuando cosechen los cultivos de su tierra, no lo hagan hasta los límites del campo, ni recojan lo que se ha perdido.


“Cuando coseches los cultivos de tu tierra, no lo hagas hasta los bordes del campo, o recoge lo que se ha perdido. Déjalos para los pobres y los extranjeros. Yo soy el Señor tu Dios”.


Pueden comer lo que la tierra produzca durante el año sabático. Esto se aplica a ti mismo, a tus esclavos y esclavas, a los trabajadores asalariados y a los extranjeros que viven contigo,


¡Serás destruido por completo! Si los ladrones vinieran a ti, o los atracadores te acecharan de noche, ¿acaso no robarían solamente aquello que quieren? Y si los que cosechan uvas vinieran donde ti, ¿no te dejarían algunas?


¡Cuán miserable soy! Soy como quien siega en el verano, cuando ya ha pasado la cosecha de uvas. No encuentro uvas para comer, y ya no quedan de los higos que tanto me gustan.


Si cuando estás cosechando en tu campo te olvidas de una gavilla allí, no vuelvas por ella. Déjala para los extranjeros, los huérfanos y las viudas, para que el Señor tu Dios te bendiga en todo lo que hagas.


Cuando sacudas los olivos para derribar las aceitunas, no vuelvas a pasar por encima de las ramas. Lo que queda es para los extranjeros, los huérfanos y las viudas.


Cuando coseches las uvas en tu viñedo, no vuelvas a repasar las vides. Lo que queda es para los extranjeros, los huérfanos y las viudas.


“¿Y acaso qué he logrado yo en comparación con ustedes?” respondió Gedeón. “¡Incluso las uvas que sobran en Efraín son mejores que toda la cosecha de uvas de Abiezer!


Poco después, Rut la moabita le dijo a Noemí: “Por favor, déjame ir a los campos a recoger el grano que ha quedado, si encuentro a alguien que me dé permiso”. “Sí, adelante, hija mía”, respondió Noemí.


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