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Josué 7:11 - Versión Biblia Libre

11 Israel ha pecado y ha quebrantado mi acuerdo, el cual les ordené cumplir. Se han llevado algunas de las cosas que me habían apartado; han actuado con deshonestidad; han escondido los objetos robados junto con sus propias pertenencias.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

11 Israel ha pecado, y aun han quebrantado mi pacto que yo les mandé; y también han tomado del anatema, y hasta han hurtado, han mentido, y aun lo han guardado entre sus enseres.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

11 ¡Israel ha pecado y ha roto mi pacto! Robaron de lo que les ordené que apartaran para mí. Y no solo robaron, sino que además mintieron y escondieron los objetos robados entre sus pertenencias.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

11 Israel pecó, fue infiel a la Alianza que le prescribí. Tomaron objetos prohibidos por el anatema, los robaron, mintieron y los escondieron en el equipaje.

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La Biblia Textual 3a Edicion

11 Israel ha pecado, y también ha traspasado mi pacto que Yo les ordené. Sí, han tomado del anatema, y también han robado, y también han mentido, y también lo han puesto entre sus enseres.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 Israel ha pecado: han violado la alianza que les impuse, e incluso han tomado parte de lo destinado al anatema y lo han robado y ocultado, poniéndolo entre sus bagajes.

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Josué 7:11
24 Referencias Cruzadas  

Esto sucedió porque se negaron a escuchar al Señor, su Dios, y rompieron su acuerdo: todo lo que Moisés, el siervo del Señor, había ordenado. Se negaron a escuchar y no obedecieron.


Cuando Giezi llegó a la fortaleza de la colina, tomó los regalos de los sirvientes y los puso en la casa. Les dijo a los hombres que podían irse, y se fueron.


La tierra está contaminada por su gente; han despreciado las leyes de Dios, han violado sus reglamentos y han quebrantado el acuerdo eterno con él.


No será como el acuerdo que hice con sus antepasados cuando los tomé de la mano y los saqué de Egipto. Ellos rompieron ese acuerdo, aunque yo les fui fiel como un esposo, declara el Señor.


Pero ustedes, como Adán, quebrantaron nuestro acuerdo, y me fueron infieles.


“Si alguno de ustedes descuida involuntariamente todo lo que el Señor ha declarado que le pertenece y es santo, debes llevar tu ofrenda de culpabilidad al Señor: un carnero sin defectos de tu rebaño o sólo uno de valor equivalente en siclos de plata (según el estándar del siclo del santuario). Es una ofrenda por la culpa.


¿Acaso no se burlarán de todos estos pueblos? Los ridiculizarán diciéndoles: “¡Grande es el desastre que viene sobre ustedes los que amontonan cosas que no les pertenecen! ¡Se enriquecen ibligando a sus deudores a pagar! ¿Hasta cuándo podrás seguir haciendo esto?”


“Yo he enviado esta maldición y entrará a la casa del ladrón, y a la casa del que jura con mentiras en mi nombre, declara el Señor Todopoderoso. La maldición permanecerá en esa casa y destruirá tanto las vigas como los ladrillos”.


“Es del césar”, respondieron ellos. “Ustedes deben dar al César lo es del César, y a Dios lo que es de Dios”, les dijo.


Entonces Pedro le dijo: “¿Cómo pudieron ponerse de acuerdo para engañar al Espíritu del Señor? Mira, los que sepultaron a tu esposo acaban de regresar, y te llevarán a ti también”.


Puede que exista un informe de que uno de ustedes, ya sea hombre o mujer, que vive en un pueblo que el Señor su Dios le dio, ha sido encontrado pecando a los ojos del Señor su Dios al romper el pacto del Señor.


No hay ser vivo que esté oculto de su vista; todo está expuesto y es visible ante aquél a quien hemos de rendirle cuentas.


Si rompes el acuerdo que el Señor tu Dios hizo contigo y vas a adorar a otros dioses, inclinándote ante ellos, entonces el Señor se enojará contigo y serás rápidamente borrado de la buena tierra que te ha dado”.


Sin embargo, los israelitas no habían sido fieles respecto a las cosas apartadas para el Señor. Acán había tomado algunas de ellas, lo cual hizo que el Señor se enojara mucho con los israelitas. Acán era hijo de Carmi, hijo de Zabdi, hijo de Zera, de la tribu de Judá.


Pero el Señor le respondió a Josué: “¡Levántate! ¿Qué crees que haces acostado sobre tu rostro de esa manera?


Como resultado, el Señor se enojó con Israel y les dijo: “Debido a que esta nación ha quebrantado el acuerdo que ordené a sus antepasados que obedecieran, y no ha prestado atención a lo que dije,


Entonces Saúl dio la orden: “Todos los comandantes del ejército, vengan aquí para que podamos investigar qué pecado ha ocurrido hoy.


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