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Jeremías 3:9 - Versión Biblia Libre

9 A Israel no le importó la inmoralidad, pues se ensució a sí misma y a la tierra, cometiendo adulterio al rendirle culto a las piedras y a los árboles.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

9 Y sucedió que por juzgar ella cosa liviana su fornicación, la tierra fue contaminada, y adulteró con la piedra y con el leño.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Israel no lo tomó en serio y no le parece nada fuera de lo común cometer adulterio al rendir culto a ídolos hechos de madera y de piedra. Así que ahora la tierra se ha corrompido.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Su conducta descarada ha sido una deshonra para todo el país, pues ella también pecó con dioses de piedra y de madera.

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 Y sucedió que a causa de que su fornicación le era liviana, se prostituyó con la piedra y con el leño, y profanó la tierra.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 y con la liviandad de su prostitución profanó el país, cometiendo adulterio con la piedra y con el leño.

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Jeremías 3:9
16 Referencias Cruzadas  

Pero en cuanto a ustedes, hijos de adivinos, producto del adulterio y la prostitución, ¡vengan aquí!


Han elegido adorar las piedras lisas de los arroyos de los valles: ¡esa es la elección que han hecho! Has derramado ofrendas de bebida a estos ídolos; les has presentado ofrendas de grano. ¿Debería eso alegrarme?


¡Sin embargo, estos “sabios” son completamente tontos y estúpidos, porque piensan que pueden ser enseñados por inútiles ídolos hechos de madera!


Primero voy a pagarles el doble por su maldad y su pecado, porque han ensuciado mi tierra con los cuerpos sin vida de sus repugnantes ídolos, llenando mi país especial con sus ofensivas imágenes paganas.


Le dicen a un ídolo de madera: “Tú eres mi padre”, y a uno de piedra: “Tú me diste a luz”. Me dan la espalda y me ocultan el rostro. Pero cuando están en apuros vienen a suplicarme, diciendo: “¡Por favor, ven a salvarnos!”.


Los llevé a una tierra productiva para que comieran todo lo bueno que allí crece. Pero ustedes vinieron y ensuciaron mi tierra, haciéndola ofensiva para mí.


Miren hacia las cumbres desnudas. ¿Hay algún lugar donde no hayan tenido relaciones sexuales? Se han sentado al borde del camino, como un errante en el desierto, esperando que pasen sus amantes. Han ensuciado la tierra con su prostitución y su maldad.


“También usaste las hermosas joyas de oro y plata que te di para hacer ídolos masculinos y te prostituiste con ellas.


La desnudaron, se llevaron a sus hijos e hijas y la mataron a espada. Se hizo infame entre las mujeres, y la castigaron.


“Volvió a los actos indecentes de cuando era joven, cuando los egipcios le apretaban los pezones y acariciaban sus jóvenes pechos.


Se prostituyeron en Egipto. De hecho, fueron prostitutas desde que eran jóvenes. Se dejaban acariciar los pechos vírgenes y apretar los pezones.


Condenen a su madre, condénenla porque no es mi esposa y yo no soy su esposo. Pídanle que deje de lucir como una prostituta, y que se quite el maquillaje y las vestiduras provocativas.


“Mi pueblo pide consejo a sus ídolos de madera y sus cetros de adivinación les dan respuestas, ya que un espíritu de prostitución los lleva a la perdición. Así, prostituyéndose, han abandonado a su Dios.


¡A ti, Señor, clamo! Porque el fuego ha destruido la hierba en el desierto. Las llamas han quemado las huertas.


Grande es el desastre que viene sobre ti, que le dices a un objeto de madera: “¡Levántate!” o a una piedra inerte: “¡Ponte de pie!” ¿Puede acaso enseñarte algo? ¡Míralo! Está cubierto en oro y plata, pero no hay vida en su interior.


Pero yo les digo que cualquier hombre que se divorcia de su esposa, a menos que sea por inmoralidad sexual, la hace cometer adulterio, y cualquiera que se case con una mujer divorciada, comete adulterio.


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