Biblia Todo Logo
La Biblia Online
- Anuncios -





Génesis 32:10 - Versión Biblia Libre

10 No merezco todo el amor y la fidelidad que has mostrado a tu siervo. Crucé el Jordán hace años con sólo mi bastón, y ahora tengo dos grandes campamentos.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

10 menor soy que todas las misericordias y que toda la verdad que has usado para con tu siervo; pues con mi cayado pasé este Jordán, y ahora estoy sobre dos campamentos.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

10 No soy digno de todo el amor inagotable y de la fidelidad que has mostrado a mí, tu siervo. Cuando salí de mi hogar y crucé el río Jordán, no poseía más que mi bastón, ¡pero ahora todos los de mi casa ocupan dos grandes campamentos!

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Luego oró así: 'Yavé, Dios de mi padre Abrahán y Dios de mi padre Isaac, tú me dijiste: Vuelve a tu patria, a la tierra de tus padres que yo seré bueno contigo.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

10 Soy indigno de tus misericordias y de toda la fidelidad que has hecho a tu siervo, pues con mi cayado vadeé este Jordán y ahora estoy convertido en dos campamentos.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Dijo Jacob: '¡Yahveh, Dios de mi padre Abrahán y Dios de mi padre Isaac, que me dijiste: 'Vuelve a tu tierra y a tu parentela, y yo te colmaré de bienes!'

Ver Capítulo Copiar




Génesis 32:10
33 Referencias Cruzadas  

“Como ya comencé, permíteme seguir hablando con mi Señor, aunque no soy nadie sino apenas polvo y cenizas”, continuó Abraham.


Y el siervo oró: “Señor, Dios de mi señor Abraham, por favor, haz que este sea un día exitoso, y muestra tu fidelidad hacia mi señor Abraham.


Y oró: “Gracias Señor, Dios de mi señor Abraham”. “No has olvidado tu promesa y tu fidelidad con mi señor. ¡Y Señor, tú me has guiado directamente al hogar de los familiares de mi señor Abraham!”


Entonces vio al Señor que estaba en pie sobre él, y que dijo: “Yo soy el Señor, el Dios de tu padre Abraham, y el Dios de Isaac. Yo te doy a ti y a tus descendientes la tierra en la que estás acostado ahora.


¡Escucha! Yo estoy contigo y te cuidaré dondequiera que vayas. Yo te traeré de regreso a esta tierra. No te abandonaré, porque voy a hacer lo que te prometí”.


Así Jacob se volvió muy rico, con un gran rebaño, y con muchos esclavos y esclavas, así como camellos y asnos.


Entonces El Señor le dijo a Jacob: “Regresa al país de tus antepasados, al hogar de tus padres. Y yo estaré contigo”.


y tengo ganado, asnos, ovejas y cabras, así como esclavos y esclavas. He enviado a estos mensajeros para explicarte esto, mi señor, esperando que te alegresde verme”.


Cuando Jacob escuchó esto, estaba absolutamente aterrorizado. Dividió a toda la gente con él, junto con las ovejas, las cabras, el ganado y los camellos, en dos grupos,


David siguió hasta Mahanaim, y Absalón cruzó el Jordán con todo el ejército israelita.


Entonces el rey David fue y se sentó en presencia del Señor. Oró: “¿Quién soy yo, Señor Dios? ¿Qué importancia tiene mi familia para que me hayas traído hasta este lugar?


Los que tienen razón prosperan, y los que tienen las manos limpias se hacen cada vez más fuertes.


Aunque comiencen con casi nada, ¡terminarán con mucho!


Le digo al Señor: “Aparte de ti, Dios, nada bueno tengo”.


Me proteges con la coraza de tu salvación; me apoyas con tu diestra poderosa; tu poder me ha hecho crecer.


Que siempre viva en tu presencia. Que tu fidelidad y amor incondicional lo protejan.


Los creaste un poco menores que Dios, coronándoles de gloria y majestad.


Ellos van de fuerza en fuerza, y cada uno aparecerá ante Dios en Jerusalén.


El amor y la verdad se encontrarán; la bondad y la paz se besarán mutuamente.


La vida de los que hacen el bien es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que su luz llega a plenitud del día.


Yo grité: “¡Estoy condenado! Voy a morir porque soy un hombre de labios impuros, y vivo en medio de un pueblo de labios impuros, porque he visto al Rey, al Señor Todopoderoso”.


Quiero contarle a todo el mundo el amor confiable del Señor. Alabaré al Señor por todo lo que ha hecho por nosotros: todas las cosas buenas que ha hecho por los descendientes de Israel a causa de su bondad y su infinito amor digno de confianza.


Con fidelidad le darás tu verdad al pueblo de Jacob, y tu amor al pueblo de Abraham, tal como se lo prometiste a nuestros padres hace mucho tiempo atrás.


De la misma manera, cuando ustedes hayan hecho todo lo que se les encargó, simplemente digan: ‘Somos siervos indignos. Solo cumplimos con nuestro deber’”.


Cuando Simón Pedro vio lo que había ocurrido, se postró de rodillas ante Jesús. “¡Señor, por favor, aléjate mí, porque soy un hombre pecador!” exclamó.


Estoy hablando como necio, pero ustedes me obligaron a hacerlo. Ustedes deberían haber estado hablando bien de mí, pues de ninguna manera soy inferior a estos “súper apóstoles”, aunque no soy nada.


Pero recuerda que es el Señor su Dios quien les da la capacidad de haceros ricos, para cumplir su acuerdo que prometió a sus antepasados y que aún hoy existe.


Jóvenes, hagan lo que los ancianos les dicen. Sin duda deberían todos servirse unos a otros con humildad, porque “Dios aborrece a los orgullosos, pero obra en favor de los humildes”.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos