Génesis 3:24 - Versión Biblia Libre

²⁴ Después de sacarlos del jardín, el Señor puso al oriente del jardín ángeles y una espada que daba su resplandor en todas las direcciones. Esto con el fin de que no pudieran acceder al árbol de la vida.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

²⁴ Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una espada encendida que se revolvía por todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida.

Biblia Nueva Traducción Viviente

²⁴ Después de expulsarlos, el Señor Dios puso querubines poderosos al oriente del jardín de Edén; y colocó una espada de fuego ardiente —que destellaba al moverse de un lado a otro— a fin de custodiar el camino hacia el árbol de la vida.

Biblia Católica (Latinoamericana)

²⁴ Habiendo expulsado al hombre, puso querubines al oriente del jardín del Edén, y también un remolino que disparaba rayos, para guardar el camino hacia el Arbol de la Vida.

La Biblia Textual 3a Edicion

²⁴ Así pues, expulsó al hombre y situó querubines al oriente del huerto del Edén, con la espada flameante que se revuelve para guardar el camino del árbol de la vida.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

²⁴ Echó, pues, fuera al hombre, y apostó al oriente del jardín de Edén querubines y la llama de la vibrante espada para cerrar el paso al árbol de la vida.

Génesis 3:24 Referencias Cruzadas

Génesis 3:23

Así que el Señor los expulsó del jardín de Edén. Envió a Adán a cultivar el suelo del cual él mismo fue hecho.

Génesis 4:1

Adán durmió con su esposa Eva y ella quedó embarazada. Y dio a luz a Caín, y dijo: “Con la ayuda de Dios he hecho a un hombre”.

Génesis 4:14

“¡Mira! Me expulsas en este instante, maldiciendo la tierra y echándome de tu presencia. Ahora tendré que esconderme y seré siempre un prófugo, errante por toda la tierra. ¡Y cualquiera que me encuentre me matará!”

Salmos 104:4

Haces de los vientos tus ángeles, y a las llamas de fuego tus sirvientes.

Salmos 80:1

Por favor escúchanos, pastor de Israel, tú, que guías a los descendientes de José como a un rebaño. Tú, que te sientas en tu trono sobre los querubines, brilla

Salmos 99:1

El Señor reina; ¡Tiemblen todas las naciones! Porque él se sienta en su trono sobre los querubines; ¡Qué la tierra tiemble!

Éxodo 25:2

“Ordena a los israelitas que me traigan una ofrenda. Recibirás mi ofrenda de todos los que quieran darla.

Ezequiel 10:1

Miré hacia arriba y vi lo que parecía un trono hecho de lapislázuli más allá de la extensión, muy por encima de las cabezas de los querubines.

Ezequiel 31:11

Por eso lo entregué al jefe de una nación extranjera que lo castigará por su maldad. La he expulsado.

Números 22:23

El burro vio al ángel del Señor de pie en el camino con una espada desenvainada, así que se apartó del camino y se fue a un campo. Así que Balaam lo golpeó para que volviera al camino.

Juan 14:6

Jesús respondió: “Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie viene al Padre si no es a través de mí.

Hebreos 1:7

En cuanto a los ángeles, él dijo: “Él transforma a sus ángeles en vientos, y a sus siervos en llamas de fuego”,

Josué 5:13

Un día, cuando Josué estaba cerca de Jericó, levantó la vista y vio a un hombre parado frente a él con una espada desenvainada en su mano. Josué se acercó a él y le preguntó: “¿Estás a favor o en contra de nosotros?” “Ninguna de las dos cosas”, dijo el hombre. “Soy el comandante del ejército del Señor. ¡Ahora estoy aquí!”

1 Samuel 4:4

Así que el ejército envió hombres a Silo, y trajeron de vuelta el Arca del Pacto del Señor Todopoderoso, el que está sentado en su trono entre los querubines. Ofni y Finees, los dos hijos de Elí, estaban allí con el Arca del Pacto del Señor.