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Éxodo 14:7 - Versión Biblia Libre

7 Tomó 600 de sus mejores carros junto con todos los demás carros de Egipto, cada uno con su oficial a cargo.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

7 y tomó seiscientos carros escogidos, y todos los carros de Egipto, y los capitanes sobre ellos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

7 Llevó consigo seiscientos de los mejores carros de guerra, junto con los demás carros de Egipto, cada uno con su respectivo oficial al mando.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

7 Tomó seiscientos carros escogidos, ¡todos los carros de Egipto!, cada uno con sus guerreros.

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La Biblia Textual 3a Edicion

7 tomó seiscientos carros escogidos, y todos los carros de Egipto con capitanes sobre todos ellos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 Movilizó seiscientos carros escogidos, y todos los carros de Egipto, equipados con sus correspondientes guerreros.

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Éxodo 14:7
11 Referencias Cruzadas  

Fueron acompañados por carros y jinetes, una procesión muy grande.


Algunos creen en carruajes y otros en caballos de guerra, pero nosotros confiamos en quien es el Señor.


Los carruajes de Dios son incontables. Hay miles de miles de ellos. Él viene entre ellos hasta El Monte Sinai, hasta su Templo.


Los egipcios los persiguieron, con todos los caballos, carros y jinetes del Faraón. Siguieron a los israelitas hasta el mar.


Así que el Faraón hizo preparar su carro y se puso en marcha con su ejército.


El Señor le dio al Faraón, rey de Egipto, una actitud terca, así que persiguió a los israelitas, que salían con los puños levantados en triunfo.


Arrojó los carros del Faraón y su ejército al mar. Los mejores oficiales del Faraón se ahogaron en el Mar Rojo.


Por medio de tus siervos te has burlado del Señor. Dijiste: ‘Con mis numerosos carros he subido a las altas montañas, a las más lejanas cumbres del Líbano. He cortado sus cedros más altos, los mejores cipreses. He llegado a sus alturas más lejanas, a sus bosques más profundos.


Cuando Barac atacó, el Señor hizo entrar en pánico a Sísara y a todos sus carros y guerreros. Sísara saltó de su carro y huyó.


Los israelitas clamaron al Señor para que los ayudara, porque Sísara tenía novecientos carros de hierro y los maltrató cruelmente durante veinte años.


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