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Efesios 4:5 - Versión Biblia Libre

5 El Señor es uno, nuestra confianza en él es una, y hay un solo bautismo;

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

5 un Señor, una fe, un bautismo,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 Hay un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo,

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo.

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Efesios 4:5
28 Referencias Cruzadas  

El Señor será el rey sobre toda la tierra. Ese día habrá un verdadero Señor, y su nombre será el único.


Así que vayan y hagan discípulos entre la gente de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.


Ustedes conocen el mensaje que Dios envió a Israel, compartiendo la buena noticia de paz que viene de Jesucristo, quien es Señor de todos.


Ahora esté todo Israel convencido de esto: ¡Dios ha puesto a este Jesús, a quien ustedes mataron en una cruz, como Señor y Mesías!”


Solo hay un Dios, y él nos justifica por nuestra fe en él, quienesquiera que seamos, judíos o extranjeros.


¿Acaso Cristo está dividido? ¿Acaso murió Pablo en una cruz por ustedes? ¿Acaso ustedes fueron bautizados en el nombre de Pablo?


Es enviada a la iglesia de Dios en Corinto, a aquellos que han sido justificados en Cristo Jesús, llamados para vivir en santidad, y a todos los que adoran al Señor Jesús en todas partes, el Señor de ellos y de nosotros.


Porque fue por medio de un Espíritu que todos fuimos bautizados en un cuerpo. No importa si somos judíos o griegos, esclavos o libres. A todos se nos dio a beber del mismo Espíritu.


Hay diferentes tipos de ministerios, pero provienen del mismo Señor.


Pero para nosotros solo hay un Dios, el Padre, a partir del cual fueron hechas todas las cosas, y él es el propósito de nuestra existencia; y un Señor, Jesús, por medio de quien todas las cosas fueron hechas, y él es el mediador de nuestra existencia.


Si alguno llega a hablarles sobre un Jesús distinto al que nosotros hemos compartido con ustedes, fácilmente ustedes concuerdan con ellos, aceptando un espíritu diferente al que han recibido, y una buena noticia distinta a la que creyeron.


Porque en Cristo Jesús, ser circuncidado o no circuncidado no logra nada; lo único que importa es la fe que obra por el amor.


Así crecemos hasta llegar a ser uno en nuestra fe y en el conocimiento del Hijo de Dios, y crecer hasta alcanzar la plena madurez en Cristo.


y todos declararán que Jesucristo es Señor, para la gloria de Dios, el Padre.


En verdad considero todo como pérdida al compararlas con el gran beneficio que he ganado al conocer a Cristo Jesús, mi Señor. He menospreciado todas estas cosas por él, y las considero como basura, a fin de poder ganar a Cristo.


Esta carta viene de parte de Pablo, siervo de Dios y apóstol de Jesucristo. Fui enviado para edificar la fe del pueblo escogido de Dios y para compartir el conocimiento de la verdad que conduce a vidas dedicadas a Dios.


Esta carta va dirigida a Tito, mi verdadero hijo por medio de la fe en Dios que tenemos en común. Ten gracia y paz de Dios el Padre, y de Cristo Jesús, nuestro Salvador.


Recuerden a los líderes que les enseñaron la palabra de Dios. Miren nuevamente los frutos de sus vidas, e imiten su fe en Dios.


y luego abandonaron por completo a Dios, vuelvan al arrepentimiento una vez más. Ellos mismos han crucificado al Hijo de Dios una y otra vez, y lo han humillado públicamente.


Hay quien podría debatirme: “Tú tienes tu fe en Dios pero yo tengo mis buenas obras”. Pues bien, ¡muéstrame tu fe en Dios sin buenas obras, y yo te mostraré mi fe en Dios con mis buenas obras!


Esta agua simboliza el bautismo que los salva ahora, no limpiando la suciedad de sus cuerpos, sino como una respuesta positiva a Dios, que surge de una conciencia limpia. La resurrección de Jesús es la que posibilita la salvación.


Esta carta viene de parte de Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, quien la envía a los que participan con nosotros de la preciosa fe en nuestro Dios y Salvador Jesucristo, el único que es verdaderamente justo y bueno.


Pero ustedes, amigos míos, deben edificarse a sí mismos por la fe en Dios. Oren en el Espíritu Santo,


Amigos, desde antes ya anhelaba la oportunidad de escribirles acerca de la salvación de la cual somos partícipes. Pero ahora necesito escribirles urgentemente y animarlos a defender enérgicamente la verdad acerca de Dios, que fue dada una vez y para siempre al pueblo santo de Dios.


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