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Apocalipsis 2:17 - Versión Biblia Libre

17 Si tienes oídos, escucha lo que el Espíritu dice a las iglesias. A los que sean victoriosos les daré del maná escondido. Les daré una piedra blanca con un nombre nuevo escrito en ella, el cual nadie conoce sino solo quienes la reciben.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

17 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, daré a comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

17 »Todo el que tenga oídos para oír debe escuchar al Espíritu y entender lo que él dice a las iglesias. A todos los que salgan vencedores, les daré del maná que ha sido escondido en el cielo. Y le daré a cada uno una piedra blanca, y en la piedra estará grabado un nombre nuevo que nadie comprende aparte de aquel que lo recibe.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

17 El que tenga oídos, oiga este mensaje del Espíritu a las Iglesias: 'Al vencedor le daré un maná misterioso. Le daré también una piedra blanca con un nombre nuevo grabado en ella que sólo conoce el que lo recibe.

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La Biblia Textual 3a Edicion

17 El que tiene oído, oiga qué dice el Espíritu a las iglesias. Al que venza, le daré del maná escondido,° y le daré una piedrecita° blanca, y esculpido en la piedrecita un nombre nuevo que nadie conoce, sino el que lo recibe.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

17 Quien tenga oídos, oiga lo que dice el Espíritu a las Iglesias. Al que venza, le daré el maná escondido y una piedrecita blanca sobre la que habrá escrito un nombre que nadie conoce sino el que lo recibe'.

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Apocalipsis 2:17
24 Referencias Cruzadas  

El Señor es amigo de quienes lo respetan, y les explica su acuerdo.


Ellos obtuvieron fuerzas gracias al gran banquete que proveíste en tu casa. Les diste bebidas de tu refrescante río.


Así que Moisés le dijo a Aarón: “Toma un frasco y pon un gomer de maná en él. Luego ponlo ante el Señor para que lo guarde como un recordatorio para las generaciones futuras”.


Solo la mente del individuo conoce su propia tristeza; y nadie más puede compartir su alegría.


Porque el Señor aborrece a los mentirosos, pero es amigo de los que hacen lo que es bueno.


Porque esto es lo que dice el Señor: A los eunucos que observen mis sábados, que decidan hacer lo que me agrada y cumplir mi acuerdo,


les daré, en mi casa y dentro de mis muros, un lugar para recordarlos y una reputación mejor que la de los hijos e hijas. Les daré una reputación eterna que nunca se desvanecerá.


Las naciones verán cómo vives correctamente, y todos los reyes verán cómo eres bendecida, y serás llamada con un nombre nuevo que el Señor te dará.


Así que esto es lo que dice el Señor: Mis siervos comerán, pero ustedes tendrán hambre. Mis siervos beberán, pero ustedes tendrán sed. Mis siervos festejarán, pero ustedes se avergonzarán.


Tu nombre sólo será usado como una maldición por mis elegidos, porque el Señor Dios te matará y dará a sus siervos otro nombre.


“Ustedes son privilegiados porque a ustedes se les han revelado los misterios del reino de los cielos, pero ellos no tienen ese conocimiento”, respondió Jesús.


Pero Jesús respondió: “La comida que yo tengo para comer es una de la que ustedes no saben”.


Por supuesto, las personas que no son espirituales no aceptan lo que viene del Espíritu de Dios. Para ellos solo es necedad, y no pueden entenderlo, porque lo que es espiritual necesita examinarse de manera apropiada.


Ustedes ya murieron, y sus vidas están seguras con Cristo, en Dios.


Y cantaban un cántico nuevo frente al trono, así como de las cuatro criaturas vivientes y los ancianos. Y nadie más conocía el cántico, excepto los 144:000, los que habían sido redimidos de la tierra.


Y sobre su túnica y en su muslo estaba escrito el nombre Rey de reyes y Señor de señores.


Si tienes oídos, oye lo que el Espíritu dice a las iglesias. La segunda muerte no hará daño a los victoriosos.


Si tienen oídos, oigan lo que el Espíritu le dice a las iglesias. A los que sean victoriosos yo les daré el privilegio de comer del árbol de la vida, que está en el Paraíso de Dios.


Si tienes oídos, escucha lo que el Espíritu dice a las iglesias”.


Si tienen oídos, escuchen lo que el Espíritu dice a las iglesias.


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