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Apocalipsis 16:8 - Versión Biblia Libre

8 Y el cuarto ángel derramó su copa sobre el sol, y se le dio el poder de quemar a la gente con fuego.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

8 El cuarto ángel derramó su copa sobre el sol, al cual fue dado quemar a los hombres con fuego.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Entonces el cuarto ángel derramó su copa sobre el sol, esto hacía que quemara a todos con su fuego.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 El cuarto ángel derramó su copa sobre el sol, y su calor comenzó a quemar a la gente.

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 El cuarto derramó su copa sobre el sol, y le fue dado quemar a los hombres con fuego.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 El cuarto derramó su copa sobre el sol y le fue concedido abrasar a los hombres con fuego.

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Apocalipsis 16:8
11 Referencias Cruzadas  

La luna tendrá vergüenza y el sol ocultará su rostro abochornado, porque el Señor Todopoderoso reinará con gloria en el monte Sión y en Jerusalén en presencia de sus dirigentes.


Entonces, cuando el sol salió en lo alto, Dios mandó un viento del este, y el sol quemó la cabeza de Jonás, por lo que Jonás desmayaba y deseaba morir. “¡Prefiero morir que estar vivo!” dijo.


El sol salió y las chamuscó y se murieron porque no tenían raíces.


“Habrá señales en el sol, la luna y las estrellas, y sobre la tierra las naciones estarán en aflicción, confundidas por el mar rugiente y las mareas.


El sol se oscurecerá, y la luna se pondrá roja como la sangre antes de que llegue el día grande y glorioso del Señor.


A él le siguió un ángel que venía desde el altar que servía para el fuego, y clamó a gran voz al ángel que tenía la hoz afilada: “Toma tu hoz y recoge los racimos de uvas de la viña de la tierra, porque sus uvas están maduras”.


Cuando abrió el sexto sello, hubo un gran terremoto. El sol se puso negro como tela de silicio y toda la luna se volvió roja como la sangre.


Y nunca más volverán a tener hambre o sed; el sol no los quemará ni sufrirán de calor abrasador,


El cuarto ángel hizo sonar su trompeta, y fueron heridas una tercera parte del sol, la luna y las estrellas, de modo que una tercera parte de ellos quedaron en oscuridad, y una tercera parte del día no tendría luz, igual que una tercera parte de la noche.


Y abrió la puerta del Abismo, y salía humo de allí, como el humo de una caldera enorme. El sol y la atmósfera se oscurecieron por el humo que salía del Abismo.


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