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2 Samuel 18:28 - Versión Biblia Libre

28 Ahimaas saludó a gritos al rey. Luego se acercó y se inclinó boca abajo ante el rey. “¡Bendito sea el Señor, tu Dios!”, dijo. “¡Ha derrotado a los hombres que se rebelaron contra Su Majestad!”

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

28 Entonces Ahimaas dijo en alta voz al rey: Paz. Y se inclinó a tierra delante del rey, y dijo: Bendito sea Jehová Dios tuyo, que ha entregado a los hombres que habían levantado sus manos contra mi señor el rey.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

28 Ahimaas le gritó al rey: —¡Todo está bien! Se inclinó delante del rey rostro en tierra y dijo: —Alabado sea el Señor su Dios, quien ha entregado a los rebeldes que se atrevieron a hacerle frente a mi señor el rey.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

28 Cuando Ajimaas estuvo muy cerca, gritó: ¡Salud!' Luego se postró con el rostro en tierra ante el rey. '¡Bendito sea Yavé tu Dios, dijo, porque destruyó a los hombres que se habían rebelado contra el rey mi señor!'

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La Biblia Textual 3a Edicion

28 Entonces Ahimaas gritó y dijo al rey: ¡Paz!, y se postró delante del rey con su rostro en tierra diciendo: ¡Bendito sea YHVH tu Dios, que ha entregado a los hombres que alzaron su mano contra mi señor el rey!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

28 Gritó entonces Ajimás al rey: '¡Paz!'. Y se postró ante el rey, rostro en tierra. Luego continuó: '¡Bendito sea Yahveh, tu Dios, que ha entregado a los hombres que alzaron su mano contra el rey, mi señor!'.

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2 Samuel 18:28
16 Referencias Cruzadas  

Que el Altísimo sea alabado, por entregar en tu mano a tus enemigos”.Entonces Abrán le dio a Melquisedec una décima parte de todo.


Y oró: “Gracias Señor, Dios de mi señor Abraham”. “No has olvidado tu promesa y tu fidelidad con mi señor. ¡Y Señor, tú me has guiado directamente al hogar de los familiares de mi señor Abraham!”


Al tercer día llegó un hombre del campamento de Saúl. Sus ropas estaban rasgadas y traía polvo sobre la cabeza. Y cuando se acercó a David, se inclinó ante él y se postró en el suelo en señal de respeto.


Cuando la mujer de Tecoa fue a ver al rey, se inclinó hacia el suelo en señal de respeto y dijo: “¡Por favor, ayúdeme, Su Majestad!”


Te muestras puro a los que son puros, pero te muestras astuto con los astutos.


Al cuarto día se reunieron en el Valle de la Bendición. Le pusieron este nombre porque allí bendecían al Señor. Hasta el día de hoy se le llama el Valle de la Bendición.


No para nosotros, Señor, no para nosotros, sino para ti Señor, toda la gloria debe ser dada, por tu gran amor y verdad.


Alaben al Señor, quién no nos entregó a ellos como presas para ser destruidos por sus dientes.


No me has entregado a mis enemigos, y me has liberado.


Jetro anunció: “Bendito sea el Señor, que te salvó de los egipcios y del Faraón.


Hoy el Señor te entregará en mis manos, y yo te derribaré; te cortaré la cabeza y entregaré los cadáveres de los soldados filisteos a las aves y a los animales salvajes. Entonces todo el mundo sabrá que hay un Dios que actúa por Israel.


Hoy has demostrado lo bien que me has tratado, pues cuando el Señor me entregó a ti, no me mataste.


Cuando Abigail vio a David, se bajó rápidamente del asno y se inclinó ante él, con el rostro en el suelo.


Abisai le dijo a David: “Dios te ha entregado hoy a tu enemigo. Así que, por favor, déjame clavarle la lanza en el suelo de una sola vez. No necesitaré hacerlo dos veces”.


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