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2 Samuel 16:16 - Versión Biblia Libre

16 Husai el arquita, amigo de David, fue a ver a Absalón y declaró: “¡Viva el rey! ¡Viva el rey!”

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

16 Aconteció luego, que cuando Husai arquita, amigo de David, vino al encuentro de Absalón, dijo Husai: ¡Viva el rey, viva el rey!

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Biblia Nueva Traducción Viviente

16 Cuando llegó Husai el arquita, el amigo de David, enseguida fue a ver a Absalón. —¡Viva el rey! —exclamó—. ¡Viva el rey!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

16 Jusaí el arquita, consejero de David, fue a presentarse a Absalón, le dijo: '¡Viva el rey! ¡Viva el rey!'

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La Biblia Textual 3a Edicion

16 Y sucedió que cuando Husai arquita, el amigo de David, llegó ante Absalón, Husai dijo a Absalón: ¡Viva el rey! ¡Viva el rey!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

16 Jusay, el arquita, amigo de David, se presentó a Absalón y le dijo: '¡Viva el rey! ¡Viva el rey!'.

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2 Samuel 16:16
13 Referencias Cruzadas  

Cuando David llegó a la cima del monte de los Olivos, donde la gente adoraba a Dios, le salió al encuentro Husai, el arquita, con el manto roto y con polvo en la cabeza.


pero si regresas a la ciudad y le dices a Absalón: ‘¡Seré tu siervo, Su Majestad! Antes trabajaba para tu padre, pero ahora trabajaré para ti’, entonces podrás bloquear el consejo de Ahitofel para mí.


El amigo de David, Husai, llegó a Jerusalén al mismo tiempo que Absalón entraba en la ciudad.


Pues hoy ha ido a sacrificar muchas reses, terneros cebados y ovejas, y ha invitado a todos los hijos del rey, a los jefes del ejército y al sacerdote Abiatar. En este momento están comiendo y bebiendo con él, gritando: ‘¡Viva el rey Adonías!’


Allí hagan que el sacerdote Sadoc y el profeta Natán lo unjan como rey de Israel. Toquen la trompeta y griten: ‘¡Viva el rey Salomón!’.


Azarías, hijo de Natán, estaba a cargo de los gobernadores. Zabud, hijo de Natán, era sacerdote y consejero del rey.


Entonces Joyadá sacó al hijo del rey, le puso la corona y le entregó un ejemplar de la Ley de Dios. Lo proclamaron rey y lo ungieron. El pueblo aplaudió y gritó: “¡Viva el rey!”.


Los astrólogos respondieron al rey en arameo, “¡Que Su Majestad el rey viva para siempre! Cuéntanos tu sueño y nosotros, tus servidores, te lo interpretaremos”.


Cuando la reina madre oyó el ruido que hacían el rey y los nobles, se dirigió a la sala de banquetes. Le dijo a Belsasar: “¡Que su majestad el rey viva para siempre! ¡No te asustes! ¡No estés tan pálido!


Daniel respondió: “¡Que su majestad el rey viva para siempre!


Así que estos ministros principales y gobernadores provinciales fueron juntos a ver al rey. “¡Que su majestad el rey Darío viva para siempre!”, dijeron.


Las multitudes que iban delante de él y las que lo seguían gritaban: “¡Hosanna al hijo de David! ¡Bendito es el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!”


Samuel les dijo a todos: “¿Ven al que el Señor ha elegido? No hay nadie como él en ninguna parte”. Y todo el pueblo gritó: “¡Viva el rey!”.


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