Biblia Todo Logo
La Biblia Online
- Anuncios -





2 Corintios 2:16 - Versión Biblia Libre

16 Para los que mueren, es el aroma de la descomposición, pero para los que son salvos, es el aroma de la vida. ¿Pero de quién depende esta tarea?

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

16 a estos ciertamente olor de muerte para muerte, y a aquellos olor de vida para vida. Y para estas cosas, ¿quién es suficiente?

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

16 Para los que se pierden, somos un espantoso olor de muerte y condenación, pero para aquellos que se salvan, somos un perfume que da vida. ¿Y quién es la persona adecuada para semejante tarea?

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

16 Para los que se pierden es olor de muerte que lleva a la muerte; para los que se salvan, fragancia de vida que conduce a la vida. Pero ¿quién está a la altura de esta misión?'

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

16 a los unos somos, olor de muerte para muerte; y a los otros, olor de vida para vida. Y para estas cosas, ¿quién está capacitado?

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

16 en éstos, fragancia que lleva de muerte a muerte, en aquéllos, fragancia que lleva de vida a vida. Y para esto, ¿quién está capacitado?

Ver Capítulo Copiar




2 Corintios 2:16
9 Referencias Cruzadas  

Cuando traiga una ofrenda al Señor de tu ganado o rebaño (ya sea un holocausto, un sacrificio para cumplir una promesa que hiciste, o una ofrenda de libre albedrío o de fiesta) que sea aceptable para el Señor,


Entonces Simeón los bendijo, y dijo a María la madre de Jesús: “Este niño está destinado para hacer que muchos en Israel caigan y muchos otros se levanten. Es una señal de Dios que muchos rechazarán,


Entonces Jesús le dijo: “He venido al mundo para traer juicio, a fin de que aquellos que son ciegos puedan ver, y aquellos que ven se vuelvan ciegos”.


Pero por la gracia de Dios soy lo que soy, y su gracia por mí no fue desperdiciada. Por el contrario, he trabajado con más esfuerzo que todos ellos, aunque no fui yo, sino la gracia de Dios obrando en mí.


Estoy hablando como necio, pero ustedes me obligaron a hacerlo. Ustedes deberían haber estado hablando bien de mí, pues de ninguna manera soy inferior a estos “súper apóstoles”, aunque no soy nada.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos