Biblia Todo Logo
La Biblia Online
- Anuncios -





1 Samuel 22:15 - Versión Biblia Libre

15 “¿Y fue ese día la primera vez que pidió consejo a Dios en su favor? ¡Por supuesto que no! El rey no debe acusarme a mí, tu siervo, ni a nadie de mi familia, pues yo no sabía nada de todo esto”.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

15 ¿He comenzado yo desde hoy a consultar por él a Dios? Lejos sea de mí; no culpe el rey de cosa alguna a su siervo, ni a toda la casa de mi padre; porque tu siervo ninguna cosa sabe de este asunto, grande ni pequeña.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

15 Por cierto, ¡esta no fue la primera vez que consulté a Dios por él! Que el rey no me acuse a mí y a mi familia de este asunto, porque yo no sabía nada de un complot en contra de usted.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

15 Ciertamente no es la primera vez que consulto a Dios por él. El rey nada tiene que reprocharme, ni menos a toda la familia de mi padre, pues tu servidor nada sabía de eso, absolutamente nada'.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

15 ¿Acaso he comenzado hoy a consultar a ’Elohim por él? ¡Lejos sea eso de mí! No impute el rey cosa alguna a su siervo ni a toda la casa de mi padre, por cuanto tu siervo nada sabe de este asunto, poco o mucho.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

15 ¿Acaso es hoy la primera vez que he consultado a Dios por él? ¡Lejos de mí todo eso! No impute el rey semejante cosa a su siervo ni a toda la casa de su padre, pues en todo este asunto tu siervo nada sabe, ni poco ni mucho'.

Ver Capítulo Copiar




1 Samuel 22:15
10 Referencias Cruzadas  

Doscientos hombres de Jerusalén se fueron con Absalón. Habían sido invitados y fueron con toda inocencia, porque no sabían nada de lo que se había planeado.


Cruzaron por el vado para llevar la casa del rey y todo lo que éste quisiera. Simei cruzó el Jordán y cayó de bruces ante el rey.


“Su Majestad, por favor, perdóneme y no tenga en cuenta el mal que yo, su siervo, hice cuando Su Majestad salió de Jerusalén. Por favor, olvídelo todo.


Y David preguntó al Señor: “¿Debo ir a atacar a los filisteos? ¿Me los entregarás?” “Sí, ve”, respondió el Señor, “porque sin duda alguna te los entregaré”.


David le preguntó al Señor qué hacer. El Señor le respondió: “No los ataques directamente, sino que rodea por detrás de ellos y atácalos frente a los árboles de bálsamo.


Nos enorgullecemos en el hecho—y nuestra conciencia lo confirma—de que hemos actuado de manera apropiada con las personas, especialmente con ustedes. Hemos seguido los principios de Dios de santidad y sinceridad, no conforme a la sabiduría mundanal, sino por la gracia de Dios.


“¡Vas a morir por esto!”, declaró el rey. “¡Tú y toda tu familia!”


Cuando Abigail volvió a casa de Nabal, éste estaba en la casa, de fiesta como un rey. Se sentía muy alegre y estaba muy borracho. Así que ella no le dijo nada hasta la mañana.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos