Juan 11:43 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia

⁴³ Habiendo dicho esto, clamó con gran voz: – ¡Lázaro, sal fuera!

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

⁴³ Y habiendo dicho esto, clamó a gran voz: ¡Lázaro, ven fuera!

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁴³ Entonces Jesús gritó: «¡Lázaro, sal de ahí!».

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁴³ Al decir esto, gritó con fuerte voz: '¡Lázaro, sal fuera!'

La Biblia Textual 3a Edicion

⁴³ Y habiendo dicho esto, clamó a gran voz: ¡Lázaro, ven fuera!

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁴³ Y después de decir esto, gritó con voz potente: '¡Lázaro, sal fuera!'.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

⁴³ Y habiendo dicho esto, clamó a gran voz: ¡Lázaro, ven fuera!

Juan 11:43 Referencias Cruzadas

Marcos 4:41

Ellos tuvieron mucho miedo, y se decían los unos a los otros: – ¿Quién es este, que hasta el viento y el lago le obedecen?

Juan 11:42

Yo sé que Tú siempre me escuchas; pero por causa de la mucha gente que está cerca de mí, lo exclamé en voz alta para que se convenzan de que Tú me enviaste.

Juan 11:44

Salió Lázaro, con los pies atados y las manos vendadas, y su rostro estaba cubierto con una tela gruesa. Entonces Jesús les dijo a los que estaban cerca: – Desátenlo y déjenlo ir.

Juan 12:1

Seis días antes de la Pascua, Jesús vino a Betania, donde estaba Lázaro, a quien resucitó de entre los muertos.

Juan 12:9

Una multitud de judíos se enteró que Jesús estaba en Betania, y vinieron a este lugar, no solamente por Jesús, sino también motivados por la curiosidad de ver a Lázaro, a quien Jesús resucitó de entre los muertos.

Hechos 3:12

Pedro, al percibir lo que estaba pasando, les dirigió la palabra: – Israelitas, ¿por qué se asombran por lo sucedido? ¿Por qué se fijan en nosotros, como si fuera nuestro propio poder o religiosidad lo que hizo caminar a este hombre?

Hechos 3:6

Pero Pedro le dijo: – No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy: En el nombre de Jesús de Nazaret, ¡levántate y camina!

Hechos 9:34

Y Pedro le dijo: – Eneas, ¡Jesucristo te sana! ¡Levántate y tiende tu cama! Al instante Eneas se levantó.

Hechos 9:40

Pedro pidió que toda la gente saliera del lugar. Luego se puso de rodillas y oró al Señor. Después de eso, se acercó al cadáver y le ordenó: – ¡Tabitá, levántate! Ella abrió sus ojos y al ver a Pedro se sentó.