Hermanos, no quiero que ustedes ignoren este misterio de salvación, para que no se vuelvan arrogantes; así que les explicaré lo que Dios ha revelado: algunos de los judíos se han vuelto muy tercos y no quieren creer en Jesucristo; pero solo se portarán así hasta que los no judíos pasen a formar parte de su pueblo.
Mis hermanos, no quiero que ustedes ignoren la historia, recuérdenla y aprendan que nuestros antepasados estuvieron bajo la nube y todos atravesaron el mar;
Mis amados del alma, esta es la segunda carta que les escribo con el propósito de apelar a su sincero discernimiento, para que no se dejen engañar por los falsos maestros y predicadores,