2 Juan 1:1 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia1 El anciano y máximo líder de nuestra comunidad cristiana, a la iglesia escogida y a los hijos que han nacido en ella, a quienes yo amo con el amor sacrificial de Dios en Cristo viviendo la verdad e identificándome con ella, y no solo yo, sino todos los que han conocido y vivido la verdad. Ver CapítuloMás versionesBiblia Reina Valera 19601 El anciano a la señora elegida y a sus hijos, a quienes yo amo en la verdad; y no solo yo, sino también todos los que han conocido la verdad, Ver CapítuloBiblia Nueva Traducción Viviente1 Yo, Juan, el anciano, les escribo esta carta a la señora elegida y a sus hijos, a quienes amo en la verdad —y no solo yo sino también todos los que conocen la verdad—, Ver CapítuloBiblia Católica (Latinoamericana)1 El Anciano, a la Dama Elegida y a sus hijos. Los amo de verdad; y no sólo yo, sino también cuantos han conocido la verdad, Ver CapítuloLa Biblia Textual 3a Edicion1 El anciano a la señora electa y a sus hijos, a quienes yo amo en verdad, y no sólo yo, sino también todos los que han conocido la Verdad, Ver CapítuloBiblia Serafín de Ausejo 19751 El Anciano, a la señora Electa y a sus hijos, a quienes amo en la verdad -y no sólo yo, sino también todos los que han conocido la verdad-; Ver CapítuloBiblia Reina Valera Gómez (2023)1 El anciano a la señora elegida y a sus hijos, a quienes yo amo en la verdad; y no sólo yo, sino también todos los que han conocido la verdad, Ver Capítulo |
Cuando vi que Pedro no andaba rectamente, como corresponde a la integridad del Evangelio, le confronté delante de todos: si tú siendo judío, no sigues las reglas judías cuando no estás siendo observado por los judíos de Jerusalén que se creen los santos, ¿cómo te atreves a obligar a los que no son judíos a que sigan las costumbres judías, solo para causar buena impresión ante tus viejos amigos de Jerusalén?
conforme al plan de Dios Padre, que actúa en cada creyente en un proceso de santificación a través del Espíritu, para capacitarlos a la obediencia y que participen de los beneficios de la sangre de Jesucristo: gracia, que es vivir la vida de Dios en Cristo y la paz, que es defender la justicia, sean multiplicadas en ustedes.