2 Corintios 1:1 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia1 Pablo, apóstol de Jesucristo, por voluntad de Dios, y Timoteo el hermano; a la Iglesia de Dios que está en Corinto y a todos los creyentes en toda la región de Acaya: Ver CapítuloMás versionesBiblia Reina Valera 19601 Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y el hermano Timoteo, a la iglesia de Dios que está en Corinto, con todos los santos que están en toda Acaya: Ver CapítuloBiblia Nueva Traducción Viviente1 Yo, Pablo, elegido por la voluntad de Dios para ser un apóstol de Cristo Jesús, escribo esta carta junto con nuestro hermano Timoteo. Va dirigida a la iglesia de Dios en Corinto y a todo su pueblo santo que está en toda Grecia. Ver CapítuloBiblia Católica (Latinoamericana)1 Pablo, apóstol de Cristo Jesús por voluntad de Dios, y el hermano Timoteo saludan a la Iglesia de Dios que está en Corinto y a los santos que viven en toda Acaya. Ver CapítuloLa Biblia Textual 3a Edicion1 Pablo, un apóstol° de Jesús el Mesías por voluntad de Dios, y el hermano Timoteo, a la iglesia de Dios que está en Corinto,° junto con todos los santos que estáis° en toda Acaya: Ver CapítuloBiblia Serafín de Ausejo 19751 Pablo, apóstol de Cristo Jesús por voluntad de Dios, y el hermano Timoteo, a la iglesia de Dios que está en Corinto y a todos los fieles que están en Acaya entera: Ver CapítuloBiblia Reina Valera Gómez (2023)1 Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y nuestro hermano Timoteo, a la iglesia de Dios que está en Corinto, con todos los santos que están por toda Acaya: Ver Capítulo |
porque sé del espíritu de servicio que ustedes tienen; he estado hablando bien de ustedes por toda Macedonia y les he dicho que los que viven en Acaya, han estado preparados para colaborar desde hace un año. Gracias a su buena voluntad de ayudar, el entusiasmo de ustedes ha servido de estímulo para que muchos de ellos también colaboren.
Pablo, comprometido con Dios, apóstol de Jesucristo, con la misión de llevarlos a tener una fe por identidad y un profundo conocimiento de la verdad, que es la coherencia entre el pensamiento y la realidad; para que generen en ustedes, llamados por Dios, una conducta de santidad reflejada en las buenas obras.