Marcos 7:27 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

²⁷ ―Deja que primero se sacien los hijos —respondió Jesús—. No está bien quitarles el pan a los hijos y echárselo a los perros.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

²⁷ Pero Jesús le dijo: Deja primero que se sacien los hijos, porque no está bien tomar el pan de los hijos y echarlo a los perrillos.

Biblia Nueva Traducción Viviente

²⁷ Jesús le dijo: —Primero debo alimentar a los hijos, a mi propia familia, los judíos. No está bien tomar la comida de los hijos y arrojársela a los perros.

Biblia Católica (Latinoamericana)

²⁷ Jesús le dijo: 'Espera que se sacien los hijos primero, pues no está bien tomar el pan de los hijos para echárselo a los perritos.

La Biblia Textual 3a Edicion

²⁷ Pero le decía: Deja que primero se sacien° los hijos, porque no está bien quitar el pan de los hijos y echarlo a los perros.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

²⁷ Jesús le decía: 'Deja que primero se sacien los hijos; porque no está bien tomar el pan de los hijos para echárselo a los perrillos'.

Marcos 7:27 Referencias Cruzadas

Mateo 10:5

Jesús envió a estos doce con las siguientes instrucciones: «No vayan a comunidades no judías ni entren en ningún pueblo de los samaritanos.

Mateo 7:6

»No den lo sagrado a los perros, no sea que se vuelvan contra ustedes y los despedacen; ni echen sus perlas a los cerdos, no sea que las pisoteen.

Marcos 7:26

Esta mujer era griega, y sirofenicia de nacimiento. Le rogaba que echara fuera al demonio que tenía su hija.

Marcos 7:28

―Sí, Señor —respondió la mujer—, pero hasta los perros comen debajo de la mesa las migajas que dejan los hijos.

Hechos 22:21

Pero el Señor me respondió: “Vete; yo te enviaré lejos, a los no judíos”».

Romanos 15:8

Les digo que Cristo se hizo servidor de los judíos para demostrar que Dios es fiel y así confirmar las promesas hechas a los antepasados.

Efesios 2:12

Recuerden que ustedes estaban separados de Cristo, no eran parte del pueblo de Israel. Tampoco les fueron dados los pactos y la promesa. En este mundo ustedes vivían sin esperanza y sin Dios.