Marcos 4:39 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

³⁹ Él se levantó, dio órdenes al viento y les dijo a las olas: ―¡Silencio! ¡Cálmense! El viento se calmó y todo quedó completamente tranquilo.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

³⁹ Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza.

Biblia Nueva Traducción Viviente

³⁹ Cuando Jesús se despertó, reprendió al viento y dijo a las olas: «¡Silencio! ¡Cálmense!». De repente, el viento se detuvo y hubo una gran calma.

Biblia Católica (Latinoamericana)

³⁹ El entonces se despertó. Se encaró con el viento y dijo al mar: 'Cállate, cálmate. El viento se apaciguó y siguió una gran calma.

La Biblia Textual 3a Edicion

³⁹ Y despertándose, reprendió al viento, y dijo al mar: ¡Calla, enmudece! Y el viento cesó y se produjo una calma absoluta.°

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³⁹ Entonces él se levantó, increpó al viento y dijo al mar: '¡Calla! ¡Enmudece!'. El viento amainó y sobrevino una gran calma.

Marcos 4:39 Referencias Cruzadas

Mateo 8:26

―Hombres de poca fe —les contestó—, ¿por qué tienen tanto miedo? Entonces se levantó y dio órdenes a los vientos y a las olas, y todo quedó completamente tranquilo.

Marcos 4:38

Jesús, mientras tanto, estaba en la parte de atrás, durmiendo sobre una almohada. Entonces los discípulos lo despertaron. ―¡Maestro! —gritaron—, ¿no te importa que nos ahoguemos?

Marcos 9:25

Al ver Jesús que se juntaba mucha gente, reprendió al espíritu maligno. ―Espíritu sordo y mudo —dijo—, te mando que salgas y que jamás vuelvas a entrar en él.

Lucas 4:35

―¡Cállate! —lo reprendió Jesús—. ¡Sal de ese hombre! Entonces el demonio derribó al hombre en medio de la gente y salió de él sin hacerle ningún daño.

Lucas 4:39

Así que él se inclinó sobre ella y reprendió a la fiebre. La fiebre se le quitó, y ella en seguida se levantó y comenzó a servirles.

Lucas 8:24

Los discípulos fueron a despertarlo. ―¡Maestro, Maestro, nos vamos a ahogar! —gritaron. Él se levantó y dio órdenes al viento y a las olas. La tormenta se calmó y todo quedó tranquilo.