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Hechos 27:41 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

41 Pero el barco fue a dar a un depósito de arena y allí quedó atrapado. La parte delantera se encajó en el fondo y de allí no pasó, mientras que la parte trasera se hacía pedazos por el golpe de las olas.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

41 Pero dando en un lugar de dos aguas, hicieron encallar la nave; y la proa, hincada, quedó inmóvil, y la popa se abría con la violencia del mar.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

41 pero chocaron contra un banco de arena y el barco encalló demasiado rápido. La proa del barco se clavó en la arena, mientras que la popa fue golpeada repetidas veces por la fuerza de las olas y comenzó a hacerse pedazos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

41 Pero chocaron contra un banco de arena y el barco quedó encallado: la proa se clavó y quedó inmóvil, mientras la popa se iba destrozando por los golpes violentos de las olas.

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La Biblia Textual 3a Edicion

41 Pero cayendo en un lugar de corrientes cruzadas,° encallaron la nave; y la proa, al clavarse, quedó inmóvil, pero la popa se abría por la violencia.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

41 Toparon con un lugar con mar a los dos costados y lanzaron la nave, cuya proa encalló y quedó inmóvil, mientras la popa se deshacía por la violencia del oleaje.

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Hechos 27:41
11 Referencias Cruzadas  

Después de subirlo a bordo, amarraron con sogas todo el casco del barco para reforzarlo. Y, como tenían miedo de que el barco fuera a quedar atrapado en los bancos de arena de la Sirte, bajaron las velas y dejaron que el viento los llevara a donde fuera.


Los marineros intentaron escapar del barco. Inventaron la excusa de que iban a echar algunas anclas por la parte delantera del barco. Pero, en realidad, comenzaron a bajar el bote salvavidas al mar.


Cortaron las anclas y las dejaron caer en el mar, desatando a la vez las amarras de los timones. Luego levantaron a favor del viento la vela de la parte delantera, y el viento los movió hacia la playa.


Los soldados pensaron matar a los prisioneros para que ninguno escapara nadando.


Por lo tanto, mis queridos hermanos en la fe, sigan confiando en el Señor, cada vez con más fuerza. Sigan trabajando para el Señor cada vez más y más, recordando que su trabajo para él tiene un gran valor.


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