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Hechos 16:34 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

34 El carcelero los llevó a su casa y les sirvió comida. Él y toda su familia estaban muy felices, porque habían creído en Dios.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

34 Y llevándolos a su casa, les puso la mesa; y se regocijó con toda su casa de haber creído a Dios.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

34 El carcelero los llevó adentro de su casa y les dio de comer, y tanto él como los de su casa se alegraron porque todos habían creído en Dios.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

34 Los había llevado a su casa; allí preparó la mesa e hicieron fiesta con todos los suyos por haber creído en Dios.

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La Biblia Textual 3a Edicion

34 y los hizo subir a la casa, les puso la mesa, y se regocijó grandemente con toda su casa de haber creído a Dios.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

34 Los subió a su casa, les preparó la mesa y se alegró con toda su familia por haber creído en Dios.

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Hechos 16:34
26 Referencias Cruzadas  

Pero teníamos que hacer fiesta y alegrarnos, porque este hermano tuyo estaba como muerto, pero ahora ha vuelto a la vida. Se había perdido, pero ya lo hemos encontrado”».


Así que se apresuró a bajar y, muy contento, recibió a Jesús en su casa.


Luego, Leví le ofreció a Jesús un gran banquete en su casa, y había allí muchos cobradores de impuestos y otras personas que estaban comiendo con ellos.


Él te traerá un mensaje mediante el cual serán salvos tú y toda tu familia”.


Cuando fue bautizada con su familia, nos hizo la siguiente invitación: «Si ustedes me consideran creyente en el Señor, vengan a hospedarse en mi casa». Y nos convenció.


Al amanecer, los jueces mandaron a unos guardias al carcelero con esta orden: «Suelta a esos hombres».


No dejaban de reunirse unánimes en el Templo ni un solo día. De casa en casa partían el pan y compartían la comida con alegría y generosidad.


Cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor se llevó de repente a Felipe. El oficial etíope no volvió a verlo, pero siguió alegre su camino.


Le pido a Dios, quien da esperanza, que los llene de toda alegría y paz. Pues ustedes creen en él, y quiero que el poder del Espíritu Santo los llene de confianza.


Y no solo esto, gracias a nuestro Señor Jesucristo, Dios nos llena de alegría; pues ya hemos sido reconciliados.


También por medio de la fe en él, Jesucristo nos acerca al amor de Dios. Y ese amor es firme. Así que nos gozamos, porque tenemos la esperanza de compartir la gloria de Dios.


En cambio, los que viven guiados por el Espíritu muestran amor por los demás, son alegres y tienen paz. El Espíritu los hace tener paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad,


No digo esto porque esté tratando de conseguir más ofrendas, lo digo para que Dios les bendiga más.


Alégrense siempre por tener parte con el Señor. Insisto: ¡Alégrense!


Filemón, hermano en la fe, tu amor me ha alegrado y animado mucho porque has dado consuelo al corazón de los creyentes.


Queridos hijos en la fe, si decimos que amamos, hagámoslo con sinceridad. ¡Demostremos con hechos que nuestro amor es verdadero!


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