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Hechos 10:17 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

17 Pedro no atinaba a explicarse cuál podría ser el significado de la visión. Mientras tanto, los hombres enviados por Cornelio, que estaban preguntando por la casa de Simón, se presentaron a la puerta.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

17 Y mientras Pedro estaba perplejo dentro de sí sobre lo que significaría la visión que había visto, he aquí los hombres que habían sido enviados por Cornelio, los cuales, preguntando por la casa de Simón, llegaron a la puerta.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

17 Pedro quedó muy desconcertado. ¿Qué podría significar la visión? Justo en ese momento, los hombres enviados por Cornelio encontraron la casa de Simón. De pie, frente a la puerta,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

17 Después de volver en sí, Pedro buscaba en vano el significado de aquella visión, cuando justamente se presentaron los hombres enviados por Cornelio. Habían preguntado por la casa de Simón y ahora estaban a la puerta.

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La Biblia Textual 3a Edicion

17 Y mientras Pedro estaba perplejo en sí mismo (qué sería la visión que había visto), he aquí los varones enviados por Cornelio, habiendo averiguado por la casa de Simón, aparecieron en la puerta.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

17 Mientras Pedro se preguntaba en sus adentros qué podía significar la visión que acababa de tener, los enviados de Cornelio, que venía preguntando por la casa de Simón, habían llegado al portal;

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Hechos 10:17
9 Referencias Cruzadas  

Cuando terminó de lavarles los pies, se puso el manto y volvió a su lugar. Entonces les dijo: ―¿Entienden lo que he hecho con ustedes?


Un día, como a las tres de la tarde, tuvo una visión. Vio claramente a un ángel de Dios que se le acercaba y le decía: ―¡Cornelio!


Sorprendidos y confundidos, se preguntaban: «¿Qué quiere decir esto?».


Yo no sabía cómo investigar tales cuestiones. Por eso le pregunté a Pablo si estaba dispuesto a ir a Jerusalén para ser juzgado allí por esas acusaciones.


Al oírlo, el capitán de la guardia del Templo y los jefes de los sacerdotes se quedaron asombrados. Se preguntaban en qué terminaría todo aquello.


Había en Damasco un discípulo llamado Ananías, a quien el Señor llamó en una visión. ―¡Ananías! ―Aquí estoy, Señor.


Pedro se quedó en Jope un buen tiempo, en casa de un tal Simón, que era curtidor.


Querían descubrir a qué tiempo y a cuáles circunstancias se refería el Espíritu de Cristo. Ya desde antes, el Espíritu que estaba en ellos anunció que Cristo sufriría mucho, pero que después tendría gran gloria.


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