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Hebreos 13:13 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

13 Por lo tanto, salgamos a su encuentro fuera del campamento y suframos la misma vergüenza que el sufrió.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

13 Salgamos, pues, a él, fuera del campamento, llevando su vituperio;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

13 Entonces salgamos al encuentro de Jesús, fuera del campamento, y llevemos la deshonra que él llevó.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

13 Salgamos, pues, del recinto sagrado para ir a su encuentro, y carguemos con su misma humillación,

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La Biblia Textual 3a Edicion

13 Salgamos pues a Él fuera del campamento, llevando su oprobio.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

13 Por lo tanto, salgamos a su encuentro fuera del campamento, cargados con su oprobio;

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Hebreos 13:13
16 Referencias Cruzadas  

Luego dijo Jesús a sus discípulos: ―Si alguien quiere ser mi discípulo, que se niegue a sí mismo, tome su cruz y me siga.


Al salir, encontraron a un hombre de Cirene que se llamaba Simón, y lo obligaron a llevar la cruz.


»Dichosos serán ustedes cuando por mi causa la gente los insulte, los persiga y diga contra ustedes toda clase de mentiras.


Dichosos serán ustedes cuando los odien, cuando los echen de su lado, los insulten y los desprecien por causa del Hijo del hombre.


Dirigiéndose a todos, declaró: ―Si alguien quiere ser mi discípulo, que se niegue a sí mismo, tome su cruz cada día y me siga.


Así pues, los apóstoles salieron del tribunal. Estaban llenos de gozo por haber sido considerados dignos de sufrir insultos por causa del nombre de Jesús.


Por eso siento gozo aun cuando soy débil o soy insultado, cuando tengo necesidades, soy perseguido por enemigos o cuando sufro dificultades por ser fiel a Cristo. Pues, cuando soy débil, entonces soy fuerte.


Consideró que sufrir por ser fiel al Cristo que vendría era mucho mejor que los tesoros de Egipto. Es que tenía la mirada puesta en la recompensa.


Fijemos la mirada en la meta, que es Jesús, quien nos dio y perfeccionó nuestra fe. Él, por el gozo que le esperaba, soportó la cruz, sin importarle la vergüenza que ella significaba. Y ahora está sentado en el sitio de más honor, al lado derecho del trono de Dios.


Así pues, piensen en aquel que soportó tanta oposición por parte de los pecadores. Si hacen esto, no se cansarán ni perderán el ánimo.


Es cierto que ustedes tienen una lucha contra el pecado. Sin embargo, todavía no han tenido que resistir hasta derramar su sangre.


Los que no creen en Dios ahora se extrañan de que ustedes ya no participen con ellos en esa vida de tanto pecado y descontrol. Por eso los insultan.


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