Filipenses 2:13 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

¹³ Pues Dios es quien produce en ustedes tanto el querer como el hacer para que se cumpla su buena voluntad.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

¹³ porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹³ Pues Dios trabaja en ustedes y les da el deseo y el poder para que hagan lo que a él le agrada.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹³ Pues Dios es el que produce en ustedes tanto el querer como el actuar para agradarle.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹³ Porque Dios es el que activa° en vosotros tanto el querer como el hacer, por su buena voluntad.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹³ Pues es Dios quien, según su beneplácito, activa en vosotros tanto el querer como el obrar.

Filipenses 2:13 Referencias Cruzadas

Lucas 12:32

»No tengan miedo, mi rebaño pequeño, porque es la buena voluntad del Padre darles el reino.

Lucas 2:14

«Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz a los que gozan de su buena voluntad».

Juan 3:27

―Nadie puede recibir nada a menos que Dios se lo dé —les respondió Juan—.

Juan 6:45

En los libros de los Profetas está escrito: “A todos los enseñará Dios”. En efecto, todo el que escucha al Padre y aprende de él viene a mí.

Juan 6:65

―Por esto les dije que nadie puede venir a mí a menos que se lo haya permitido el Padre.

Hechos 11:21

El poder del Señor estaba con ellos, y un gran número creyó y se convirtió al Señor.

Romanos 12:3

Yo sé que no lo merezco, pero Dios me ha dado autoridad para decirles lo siguiente: Nadie piense que es mejor o superior a otro. Más bien piensen que lo que ustedes son, lo son gracias a la medida de fe que Dios les ha dado.

Romanos 9:11

Sin embargo, Dios eligió solo a uno de los mellizos. Y lo eligió antes de que naciera, antes de que los mellizos hicieran algo bueno o malo. De esta manera Dios confirmó que él elige a quien él quiere, de acuerdo a su propósito.

Romanos 9:16

Por lo tanto, Dios no nos elige porque nosotros lo queramos o porque nos esforcemos. Dios elige a quien él quiere mostrarle su misericordia.

1 Corintios 12:6

Hay distintas actividades, pero es un mismo Dios el que hace todas las cosas en todos.

1 Corintios 15:10

Pero soy apóstol gracias al amor de Dios, aunque no merezco ese amor. Ese amor por mí ha dado resultados, pues he trabajado con más fuerza que los demás apóstoles. Sin embargo, reconozco que no soy yo quien lo ha logrado. Ha sido obra de Dios, quien me ha amado sin yo merecerlo.

2 Corintios 3:5

No es que nos consideremos capaces de hacerlo por nosotros mismos. Nuestra capacidad viene de Dios.

Efesios 1:11

Gracias a Cristo, ahora pertenecemos a Dios, y se nos dio el derecho de recibir su herencia. Fuimos elegidos desde un principio, porque Dios lo había planeado y él siempre hace lo que se propone.

Efesios 1:5

y desde un principio había decidido adoptarnos como hijos suyos por medio de Jesucristo. Lo quiso hacer para mostrarnos su gran bondad,

Efesios 1:9

él nos dio a conocer el plan que tenía en secreto. Plan que con gran bondad había decidido cumplir por medio de Cristo.

Efesios 2:8

No merecíamos el amor que nos ha salvado por medio de la fe en Cristo. No es algo que nosotros hubiéramos logrado hacer; ¡es un regalo de Dios!

2 Tesalonicenses 1:11

Por eso oramos siempre por ustedes, para que nuestro Dios los considere merecedores de ser elegidos como parte del pueblo de Dios. Y le pedimos a él que los llene de su poder para que puedan hacer todo el bien y las cosas que su fe les indica.

2 Timoteo 1:9

Pues Dios nos salvó y nos llamó a una vida santa. Esa vida no la obtenemos por medio de nuestras propias acciones. Ha sido Dios quien decidió amarnos aunque no lo merecíamos, y nos dio esa vida. Decidió amarnos así por medio de Cristo Jesús aun antes de crear el universo.

Hebreos 13:21

Que sea él quien los capacite en todo lo bueno para hacer su voluntad. Y que, por medio de Jesucristo, Dios cumpla en nosotros lo que le agrada. A él sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

1 Pedro 1:3

¡Alabado sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo! Por su gran misericordia, nos ha hecho nuevas personas y nos ha dado seguridad de que recibiremos sus promesas. Es como si nos hubiera hecho nacer de nuevo, y eso lo hizo por medio de la resurrección de Jesucristo.