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Colosenses 4:10 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

10 Aristarco, mi compañero de cárcel, les manda saludos, como también Marcos, el primo de Bernabé. En cuanto a Marcos, ustedes ya han recibido instrucciones; si va a visitarlos, recíbanlo bien.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

10 Aristarco, mi compañero de prisiones, os saluda, y Marcos el sobrino de Bernabé, acerca del cual habéis recibido mandamientos; si fuere a vosotros, recibidle;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Aristarco, quien está en la cárcel conmigo, les manda saludos; y también los saluda Marcos, el primo de Bernabé. Tal como ya se les indicó, si Marcos pasa por allí, hagan que se sienta bienvenido.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Los saluda Aristarco, mi compañero de cárcel, y Marcos, primo de Bernabé, acerca del cual ya recibieron instrucciones. Si va para allá, denle una buena acogida.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 Os saluda Aristarco,° mi compañero de prisión, y Marcos,° primo de Bernabé (acerca del cual recibisteis mandamientos, si va a vosotros, acogedlo),

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Saludos de Aristarco, mi compañero de prisión; de Marcos, el primo de Bernabé, sobre el cual habéis recibido instrucciones, de modo que, si pasa por ahí, acogedlo;

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Colosenses 4:10
17 Referencias Cruzadas  

Cuando cayó en cuenta de esto, fue a casa de María, la madre de Juan, apodado Marcos. Allí estaban muchas personas orando.


Cuando Bernabé y Saulo cumplieron su misión, regresaron de Jerusalén. Llevaron con ellos a Juan, llamado también Marcos.


Pablo y sus compañeros salieron de Pafos en barco y llegaron a Perge de Panfilia. Allí Juan se separó de ellos y regresó a Jerusalén.


Al llegar a Salamina, predicaron la palabra de Dios en las sinagogas de los judíos. Tenían también a Juan como ayudante.


En seguida toda la ciudad se alborotó. Todos fueron al teatro, y agarraron a Gayo y a Aristarco. Ellos eran de Macedonia y acompañaban a Pablo en su viaje.


Lo acompañaron Sópater hijo de Pirro, de Berea; Aristarco y Segundo, de Tesalónica; Gayo, de Derbe; Timoteo; y, por último, Tíquico y Trófimo, de la provincia de Asia.


Subimos a bordo de un barco del puerto de Adramitio, que estaba a punto de salir hacia los puertos de la provincia de Asia. Nos acompañaba Aristarco, un macedonio de Tesalónica, y con él comenzamos el viaje.


Había un levita llamado José, nacido en Chipre, al que los apóstoles llamaban Bernabé, que significa: «El que trae consuelo».


Les pido que la reciban bien porque es nuestro deber cristiano, y así tiene que hacerse entre hermanos en la fe. Préstenle toda la ayuda que necesite, porque ella ha ayudado a muchas personas, entre las que me cuento yo.


Saluden a Andrónico y a Junías, mis parientes y compañeros de cárcel. Ellos se convirtieron a Cristo antes que yo, y gozan de buena reputación entre los apóstoles.


Solo Lucas está conmigo. Busca a Marcos y tráelo contigo, para que me ayude en mi trabajo.


Te mandan saludos Epafras, mi compañero de cárcel por anunciar el mensaje de Cristo Jesús.


También envían saludos Marcos, Aristarco, Demas y Lucas, mis compañeros de trabajo.


Saludos de parte de los que aquí en Babilonia creen en Cristo y han sido elegidos como ustedes. También reciban saludos de Marcos, quien es como un hijo para mí.


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