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1 Tesalonicenses 3:11 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

11 Le pido al Dios y Padre nuestro, y a nuestro Señor Jesús, que nos dé la oportunidad de ir a verlos.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

11 Mas el mismo Dios y Padre nuestro, y nuestro Señor Jesucristo, dirija nuestro camino a vosotros.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

11 Que Dios nuestro Padre y nuestro Señor Jesús nos lleven muy pronto a verlos a ustedes.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

11 Quiera Dios, nuestro Padre, y Jesús, nuestro Señor, prepararnos el camino para ir a visitarlos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

11 Y el mismo Dios y Padre nuestro, y nuestro Señor Jesús,° dirija° nuestro camino a vosotros.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 ¡Que Dios mismo, nuestro Padre, y nuestro Señor Jesús nos pongan en buen camino hacia vosotros!

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1 Tesalonicenses 3:11
28 Referencias Cruzadas  

Si ustedes perdonan a otros sus ofensas, también perdonará a ustedes su Padre celestial.


para que no sea evidente ante los demás que estás ayunando. Solo lo debe ver tu Padre que está en lo secreto. Entonces, tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará.


Fíjense en las aves del cielo: no siembran ni cosechan ni almacenan en graneros; sin embargo, el Padre celestial las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que ellas?


Los que no creen en Dios andan tras todas estas cosas, pero su Padre celestial sabe que ustedes las necesitan.


para que tu ayuda sea en secreto. Así tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará.


Pero tú, cuando te pongas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto. Así tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará.


«Voz de uno que grita en el desierto: “Preparen el camino del Señor, háganle sendas derechas”».


Los que no creen en Dios andan tras todas estas cosas, pero el Padre sabe que ustedes las necesitan.


»No tengan miedo, mi rebaño pequeño, porque es la buena voluntad del Padre darles el reino.


Jesús le dijo: ―No me detengas, porque todavía no he vuelto al Padre. Ve más bien a mis hermanos y diles: “Vuelvo a mi Padre, que es Padre de ustedes; a mi Dios, que es Dios de ustedes”.


Habla de su Hijo que según la naturaleza humana era descendiente de David.


Yo seré un Padre para ustedes, y ustedes serán mis hijos y mis hijas —dice el Señor Todopoderoso».


Jesucristo dio su vida para que fuéramos perdonados por nuestros pecados. Así nos liberó de este mundo malvado. Esta fue la voluntad de nuestro Dios y Padre.


Esta carta va dirigida a los creyentes y fieles hermanos en Cristo que están en Colosas. Le pido a Dios nuestro Padre que les permita gozar de su inmerecido amor y les dé paz.


Le pido que los haga más fuertes espiritualmente para que, cuando nuestro Señor Jesús vuelva acompañado de todos los que han creído en él, nadie pueda dudar de la santidad de ustedes delante de nuestro Dios y Padre. Amén.


El Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando y con voz de arcángel. Dios hará sonar la trompeta anunciando su venida, y los que hayan muerto creyendo en Cristo resucitarán primero.


Le pido a Dios mismo, que es la fuente de paz, que los haga santos por completo y que así mantenga todo su ser: espíritu, alma y cuerpo. De esa manera, cuando nuestro Señor Jesucristo vuelva, nadie podrá acusarlos de nada.


Dios nuestro Padre nos amó mucho y, aunque no merecemos ese amor, nos consuela eternamente y nos da la seguridad de nuestra salvación. A él y a nuestro Señor Jesucristo les pido


Le pido al Señor que da paz que les dé su paz siempre y en toda situación en que se encuentren, y que él los acompañe siempre.


Le pido al Señor que los guíe en cómo amar como Dios ama y cómo resistir los sufrimientos como Cristo lo hizo.


¡Miren cuánto amor nos tiene el Padre! Por eso somos llamados hijos de Dios. ¡Y de verdad lo somos! Pero los pecadores de este mundo no nos conocen, porque no conocen al Padre.


Oí una fuerte voz que venía del trono y decía: «¡Aquí, entre los seres humanos, está el lugar donde habita Dios! Él vivirá en medio de ellos, y ellos serán su pueblo; Dios mismo estará con ellos y será su Dios.


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