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Oseas 1:1 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

1 Esta es la palabra del Señor que vino a Oseas, hijo de Beerí, durante los reinados de Uzías, Jotán, Acaz y Ezequías, reyes de Judá, y durante el reinado de Jeroboán, hijo de Joás, rey de Israel.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

1 Palabra de Jehová que vino a Oseas hijo de Beeri, en días de Uzías, Jotam, Acaz y Ezequías, reyes de Judá, y en días de Jeroboam hijo de Joás, rey de Israel.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 El Señor le dio este mensaje a Oseas, hijo de Beeri, durante los años en que Uzías, Jotam, Acaz y Ezequías eran reyes de Judá, y Jeroboam II, hijo de Yoás, era rey de Israel.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Esta es la palabra de Yavé que fue dirigida a Oseas, hijo de Beeri, en el tiempo que reinaron Ozías, Jotam, Ajaz y Ezequías en Judá, y Jeroboam, hijo de Joás, en Israel

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Revelación de YHVH que tuvo Oseas ben° Beeri, en los días de Uzías, Jotam, Acaz y Ezequías, reyes de Judá, y en los días de Jeroboam ben Joás, rey de Israel.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

1 La palabra de Jehová que vino a Oseas, hijo de Beeri, en días de Uzías, Jotam, Acaz y Ezequías, reyes de Judá, y en días de Jeroboam, hijo de Joás, rey de Israel.

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Oseas 1:1
26 Referencias Cruzadas  

Joás murió y fue sepultado con sus antepasados en Samaria con los reyes de Israel. Y Jeroboán lo sucedió en el trono.


Joás murió y fue sepultado en Samaria con los reyes de Israel. Y su hijo Jeroboán lo sucedió en el trono.


En el año quince del reinado de Amasías, hijo de Joás, rey de Judá, Jeroboán, hijo de Joás, rey de Israel, comenzó a reinar; reinó en Samaria cuarenta y un años.


En el segundo año del reinado de Pécaj, hijo de Remalías, rey de Israel, Jotán hijo de Uzías, rey de Judá, comenzó a reinar.


El Señor castigó al rey con una enfermedad de la piel hasta el día de su muerte. Y, como el rey Azarías tuvo que vivir aislado en una casa, su hijo Jotán quedó a cargo del palacio y del gobierno del país.


Cuando Azarías murió, fue sepultado con sus antepasados en la Ciudad de David. Y su hijo Jotán lo sucedió en el trono.


Jotán tenía veinticinco años cuando comenzó a reinar; reinó en Jerusalén dieciséis años. Su madre era Jerusa hija de Sadoc.


Acaz tenía veinte años cuando comenzó a reinar; reinó en Jerusalén dieciséis años. Pero, a diferencia de su antepasado David, Acaz no hizo lo que agrada al Señor.


También se consagraron seiscientos bueyes y tres mil ovejas y cabras.


Visión que recibió Isaías, hijo de Amoz, acerca de Judá y Jerusalén, durante los reinados de Uzías, Jotán, Acaz y Ezequías, reyes de Judá.


Acaz, hijo de Jotán y nieto de Uzías, reinaba en Judá. En el tiempo de Rezín, rey de Aram y de Pécaj, hijo de Remalías, rey de Israel, subieron contra Jerusalén para atacarla, pero no pudieron conquistarla.


La palabra del Señor vino a Jeremías en el año trece del reinado de Josías, hijo de Amón y rey de Judá.


La palabra del Señor vino a mí y me dijo:


En este tiempo, mientras el sacerdote Ezequiel, hijo de Buzí, estaba a orillas del río Quebar, en la tierra de los babilonios, el Señor le dirigió la palabra y su mano estaba sobre él.


Esta es la palabra del Señor que vino a Joel, hijo de Petuel.


Estas son las palabras de Amós, uno de los pastores de Tecoa. Es la visión que recibió acerca de Israel dos años antes del terremoto, cuando Uzías era rey de Judá y Jeroboán, hijo de Joás, era rey de Israel.


La palabra del Señor vino a Jonás, hijo de Amitay:


Esta es la palabra que el Señor dirigió a Miqueas de Moréset, durante los reinados de Jotán, Acaz y Ezequías, reyes de Judá. Esta es la visión que tuvo acerca de Samaria y de Jerusalén.


En el mes octavo del segundo año del reinado de Darío, la palabra del Señor vino al profeta Zacarías, hijo de Berequías y nieto de Idó:


Si Dios llamó “dioses” a aquellos para quienes vino la palabra (y la Escritura no puede ser quebrantada),


Así lo dice Dios en el libro de Oseas: «Llamaré “mi pueblo” a los que no son mi pueblo; y llamaré “mi amada” a la que no es mi amada».


Porque la profecía no ha tenido su origen en la voluntad humana, sino que los profetas hablaron de parte de Dios, impulsados por el Espíritu Santo.


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