Biblia Todo Logo
La Biblia Online
- Anuncios -





Mateo 3:11 - Biblia Nueva Versión Internacional 2022

11 »Yo los bautizo a ustedes con agua como señal de su arrepentimiento. Pero el que viene después de mí es más poderoso que yo y ni siquiera merezco llevarle las sandalias. Él los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

11 Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

11 »Yo bautizo con agua a los que se arrepienten de sus pecados y vuelven a Dios, pero pronto viene alguien que es superior a mí, tan superior que ni siquiera soy digno de ser su esclavo y llevarle las sandalias. Él los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

11 Yo los bautizo en el agua, y es el camino a la conversión. Pero después de mí viene uno con mucho más poder que yo -yo ni siquiera merezco llevarle las sandalias-, él los bautizará en el Espíritu Santo y el fuego.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

11 Yo ciertamente os bautizo con agua para arrepentimiento, pero el que viene después de mí es más poderoso que yo, cuyas sandalias no soy digno de llevar. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 ' Yo os bautizo con agua como señal de conversión. Pero el que viene detrás de mí es más poderoso que yo, y ni siquiera soy digno de llevarle las sandalias; él os bautizará con Espíritu Santo y fuego.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

11 Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; mas el que viene tras mí, es más poderoso que yo; cuyo calzado no soy digno de llevar; Él os bautizará con el Espíritu Santo, y con fuego.

Ver Capítulo Copiar




Mateo 3:11
29 Referencias Cruzadas  

Con espíritu de juicio y espíritu abrasador, el Señor lavará la inmundicia de las hijas de Sión y limpiará la sangre que haya en Jerusalén.


que regaré con agua la tierra sedienta y con arroyos el suelo seco; derramaré mi Espíritu sobre tu descendencia y mi bendición sobre tus vástagos,


Pero a esa parte restante la pasaré por el fuego; la refinaré como se refina la plata, la probaré como se prueba el oro. Entonces ellos me invocarán y yo responderé. Yo diré: “Ellos son mi pueblo”. Ellos dirán: “El Señor es nuestro Dios”.


Cuando confesaban sus pecados, él los bautizaba en el río Jordán.


Así se presentó Juan, bautizando en el desierto y predicando el bautismo de arrepentimiento para el perdón de pecados.


Él irá primero, delante del Señor, con el espíritu y el poder de Elías, para reconciliar a los padres con los hijos y guiar a los desobedientes a la sabiduría de los justos. De este modo preparará para el Señor un pueblo bien dispuesto.


—Yo los bautizo a ustedes con agua —respondió Juan a todos—. Pero está por llegar uno más poderoso que yo, a quien ni siquiera merezco desatarle la correa de sus sandalias. Él los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego.


Juan recorría toda la región del Jordán predicando el bautismo de arrepentimiento para el perdón de pecados.


Juan dio testimonio de él y a voz en cuello proclamó: «Este es aquel de quien yo decía: “El que viene después de mí es superior a mí, porque existía antes que yo”».


De este hablaba yo cuando dije: “Después de mí viene un hombre que es superior a mí, porque existía antes que yo”.


Juan bautizó con agua, pero dentro de pocos días ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo.


Pablo les explicó: —Juan bautizó con un bautismo de arrepentimiento, y le indicaba a la gente que creyera en el que vendría después de él, es decir, en Jesús.


Mientras iban por el camino, llegaron a un lugar donde había agua y el eunuco dijo: —Mire usted, aquí hay agua. ¿Qué impide que yo sea bautizado?


Entonces mandó parar el carro, ambos bajaron al agua y Felipe lo bautizó.


Todos fuimos bautizados por un solo Espíritu para constituir un solo cuerpo —ya seamos judíos o no, esclavos o libres—, y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.


Aunque soy el más insignificante de todos los creyentes, recibí esta gracia de predicar a las naciones las incalculables riquezas de Cristo


él nos salvó, no por nuestras propias obras de justicia, sino por su misericordia. Nos salvó mediante el lavamiento de la regeneración y de la renovación por el Espíritu Santo,


Así mismo, jóvenes, sométanse a los líderes. Revístanse todos de humildad en su trato mutuo, porque: «Dios se opone a los orgullosos, pero da gracia a los humildes».


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos